La muerte de Jesús es algo más de que uno tiene que morir por todos porque para nosotros es Pascua, paso Salvador de Dios por nuestra vida y nuestro mundo
Ezequiel, 37, 21-28; Sal.: Jer. 31, 10-13; Juan 11, 45-56
Ya sabemos como nos las gastamos cuando en la vida actuamos movidos
por intereses, por orgullos, por vanidades, donde buscamos o nuestras ganancias
o nuestra superioridad y poder, cuando queremos ponernos sobre el pedestal y
todo aquel o aquello que nos lo impida lo quitamos de en medio o lo destruimos.
Nos puede parecer fuerte lo que estamos diciendo pero bien sabemos que
cosas así suceden en muchos aspectos y circunstancias de la vida social. No
queremos que nadie nos haga sombra, nos molesta quizás quien con su rectitud
esta indirectamente señalando lo injusto que nosotros realizamos, el que nos
dice la verdad tratamos de acallarlo, y a quien por su vida puede ser un signo
para nosotros lo ignoramos o tratamos de desprestigiarlo, de anularlo de la
manera que sea.
¿Por qué tenemos que actuar así? Ya sabemos como nos ciega
materialismo de la vida; ya sabemos que la perdida de valores nos hará movernos
por intereses y por vanidades; ya sabemos como hemos convertido la vida en una
lucha sin cuartel y vamos perdiendo en humanidad y al final el hombre termina
siendo un lobo para el hombre. Hemos de saber estar alertas porque esas cosas
nos pueden suceder, en esas redes podemos caer, por esa pendiente podemos
resbalar y ya sabemos como podemos terminar aunque nos creamos colocados en los
pedestales mas altos.
‘Uno tiene que morir para que todo el pueblo no perezca’, les
viene a decir el sumo sacerdote Caifas a los principales del pueblo reunidos en
el Sanedrín. Las noticias corren que vuelan, a Jerusalén ha llegado la noticia
de lo que ha hecho Jesús en Betania, donde ha resucitado a Lázaro y les molesta
tremendamente que cada vez haya mas
gente que crea en Jesús. Ya habían estado queriendo ponerle zancadillas de mil
maneras, en dialéctica no habían podido ganar a Jesús porque su sabiduría era
mayor, pero había que quitarlo de en medio. Es lo que les viene a decir Caifas
y en lo que van a poner manos a la obra.
¿Intereses políticos porque podría surgir una rebelión y los romanos podrían
avasallar a todos con sus legiones? Quizás se la pantalla que ponen, pero
detrás puede haber otros intereses egoístas desde la situación en la que se han
colocado y que las palabras de Jesús puede perturbar. ¿Una reacción ante lo
nuevo que significaba Jesús y el mensaje que Jesús proclamaba? Son muchas las
lecturas que podemos hacer. Como nos sucede ante tantas situaciones de la vida
en la que nos vemos envueltos o la lectura tergiversada que podemos hacernos a
veces hasta del actuar de la Iglesia o de lo que nos dice el Papa. Cada uno quizás
desde el color del cristal a través del cual mira la vida.
El evangelista nos da una clave distinta. Nos hace una lectura
creyente de la realidad y de lo que esta por suceder. Sin descartar esas
motivaciones que puede haber por detrás sin embargo quiere hacer una lectura profética
de las palabras de Caifas. ‘Esto no lo dijo por propio impulso, sino que,
por ser sumo sacerdote aquel año, hablo proféticamente anunciando que Jesús iba
a morir por la nación y no solo por la nación, sino también para reunir a los
hijos de Dios dispersos’.
Nos viene muy bien este apunte en el momento en que estamos
prácticamente comenzando la semana santa. Consideremos lo que en verdad vamos a
celebrar. ‘Uno tiene que morir por el pueblo…’ Jesús entrega su vida, es
su pascua, como cordero inmolado para quitar el pecado del mundo.
Decíamos antes que se hacían muchas lecturas de las palabras de
Caifas; en el mundo que vivimos también son diversas las lecturas que se hacen
de la semana santa. Ya sabemos en que se queda para muchos. Lo de santa será
una excusa para muchas cosas diversas. Para muchos puede ser unos días de devoción
para asistir a unos actos religiosos, participar quizás en unas procesiones,
quedarnos extasiados ante la belleza de los pasos procesionales, quizás vivir
una emoción momentánea desde el realismo duro y cruel de unas imágenes que nos
presentan el dolor y la muerte de Jesús, pero quizás no demos un paso mas
adelante. No digamos de quienes se lo toman como unas vacaciones de primavera
como las puede haber en invierno o las tendremos en verano. ¿Será solo eso para
nosotros?
Contemplemos y vivamos lo que el evangelista que proféticamente se nos
anunciaba. Es la Pascua, es el paso salvador del Señor por nuestra vida. No es
un paso en el vacío, es un paso de vida y de salvación para el que nosotros hemos
de estar predispuestos. Pensemos como vamos a celebrar, que es lo que vamos a
celebrar, que nos falta que preparar para que en verdad sea la Pascua en
nosotros, en nuestra vida y también para nuestro mundo.