Vistas de página en total

sábado, 8 de abril de 2017

La muerte de Jesús es algo más de que uno tiene que morir por todos porque para nosotros es Pascua, paso Salvador de Dios por nuestra vida y nuestro mundo

La muerte de Jesús es algo más de que uno tiene que morir por todos porque para nosotros es Pascua, paso Salvador de Dios por nuestra vida y nuestro mundo

Ezequiel, 37, 21-28; Sal.: Jer. 31, 10-13; Juan 11, 45-56
Ya sabemos como nos las gastamos cuando en la vida actuamos movidos por intereses, por orgullos, por vanidades, donde buscamos o nuestras ganancias o nuestra superioridad y poder, cuando queremos ponernos sobre el pedestal y todo aquel o aquello que nos lo impida lo quitamos de en medio o lo destruimos.
Nos puede parecer fuerte lo que estamos diciendo pero bien sabemos que cosas así suceden en muchos aspectos y circunstancias de la vida social. No queremos que nadie nos haga sombra, nos molesta quizás quien con su rectitud esta indirectamente señalando lo injusto que nosotros realizamos, el que nos dice la verdad tratamos de acallarlo, y a quien por su vida puede ser un signo para nosotros lo ignoramos o tratamos de desprestigiarlo, de anularlo de la manera que sea.
¿Por qué tenemos que actuar así? Ya sabemos como nos ciega materialismo de la vida; ya sabemos que la perdida de valores nos hará movernos por intereses y por vanidades; ya sabemos como hemos convertido la vida en una lucha sin cuartel y vamos perdiendo en humanidad y al final el hombre termina siendo un lobo para el hombre. Hemos de saber estar alertas porque esas cosas nos pueden suceder, en esas redes podemos caer, por esa pendiente podemos resbalar y ya sabemos como podemos terminar aunque nos creamos colocados en los pedestales mas altos.
‘Uno tiene que morir para que todo el pueblo no perezca’, les viene a decir el sumo sacerdote Caifas a los principales del pueblo reunidos en el Sanedrín. Las noticias corren que vuelan, a Jerusalén ha llegado la noticia de lo que ha hecho Jesús en Betania, donde ha resucitado a Lázaro y les molesta tremendamente que  cada vez haya mas gente que crea en Jesús. Ya habían estado queriendo ponerle zancadillas de mil maneras, en dialéctica no habían podido ganar a Jesús porque su sabiduría era mayor, pero había que quitarlo de en medio. Es lo que les viene a decir Caifas y en lo que van a poner manos a la obra.
¿Intereses políticos porque podría surgir una rebelión y los romanos podrían avasallar a todos con sus legiones? Quizás se la pantalla que ponen, pero detrás puede haber otros intereses egoístas desde la situación en la que se han colocado y que las palabras de Jesús puede perturbar. ¿Una reacción ante lo nuevo que significaba Jesús y el mensaje que Jesús proclamaba? Son muchas las lecturas que podemos hacer. Como nos sucede ante tantas situaciones de la vida en la que nos vemos envueltos o la lectura tergiversada que podemos hacernos a veces hasta del actuar de la Iglesia o de lo que nos dice el Papa. Cada uno quizás desde el color del cristal a través del cual mira la vida.
El evangelista nos da una clave distinta. Nos hace una lectura creyente de la realidad y de lo que esta por suceder. Sin descartar esas motivaciones que puede haber por detrás sin embargo quiere hacer una lectura profética de las palabras de Caifas. ‘Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, hablo proféticamente anunciando que Jesús iba a morir por la nación y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos’.
Nos viene muy bien este apunte en el momento en que estamos prácticamente comenzando la semana santa. Consideremos lo que en verdad vamos a celebrar. ‘Uno tiene que morir por el pueblo…’ Jesús entrega su vida, es su pascua, como cordero inmolado para quitar el pecado del mundo.
Decíamos antes que se hacían muchas lecturas de las palabras de Caifas; en el mundo que vivimos también son diversas las lecturas que se hacen de la semana santa. Ya sabemos en que se queda para muchos. Lo de santa será una excusa para muchas cosas diversas. Para muchos puede ser unos días de devoción para asistir a unos actos religiosos, participar quizás en unas procesiones, quedarnos extasiados ante la belleza de los pasos procesionales, quizás vivir una emoción momentánea desde el realismo duro y cruel de unas imágenes que nos presentan el dolor y la muerte de Jesús, pero quizás no demos un paso mas adelante. No digamos de quienes se lo toman como unas vacaciones de primavera como las puede haber en invierno o las tendremos en verano. ¿Será solo eso para nosotros?
Contemplemos y vivamos lo que el evangelista que proféticamente se nos anunciaba. Es la Pascua, es el paso salvador del Señor por nuestra vida. No es un paso en el vacío, es un paso de vida y de salvación para el que nosotros hemos de estar predispuestos. Pensemos como vamos a celebrar, que es lo que vamos a celebrar, que nos falta que preparar para que en verdad sea la Pascua en nosotros, en nuestra vida y también para nuestro mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario