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viernes, 7 de febrero de 2025

Lo bueno del pasado un estímulo para el camino de fidelidad que hacemos, los errores cometidos un motivo de reflexión para enderezar la vida

 


Lo bueno del pasado un estímulo para el camino de fidelidad que hacemos, los errores cometidos un motivo de reflexión para enderezar la vida

Hebreos 13,1-8; Salmo 26; Marcos 6,14-29

A todo todos nos sucede, hay cosas del momento presente que nos traen recuerdos del pasado; es bueno, hemos de reconocerlo, recordar cosas positivas de nuestra vida, no para llenarnos de orgullos que nos hagan creernos los mejore y subirnos en pedestales que nos hagan estar por encima de los demás, sino para reconocer de lo que somos capaces valorar lo que es bueno y sentirnos con ello estimulados a seguir nuestro camino aunque algunas veces nos exija esfuerzos.

Pero también nos puede suceder que acontecimientos o reflexiones que nos hagamos en el presente sean como un aguijón que nos pincha en la conciencia por cosas que hicimos y que no fueron buenas; todos cometemos errores en la vida, tenemos tropiezos, hacemos lo que no es bueno porque no somos santos, porque hay mucha debilidad en nuestra vida, porque algunas veces nos habremos cegado con cosas que nos hicieron tropezar. Ahora no sentimos interrogados por dentro y puede surgir la mala conciencia o el arrepentimiento; debe ser lección aprendida para que no volvamos a tropezar.

¿Le estaba sucediendo a Herodes con lo que estaba escuchando de aquel nuevo profeta de Galilea? Jesús se había ido dando a conocer, causaba admiración en las gentes y como siempre las noticias corren; a los oídos de Herodes llegó la noticia. ¿Quién era aquel profeta del que tanto hablaba la gente? Las opiniones de la gente eran diversas, pero en su interior sentía algo especial; ¿sería Juan, el profeta del desierto y del Jordán que él había mandado matar?

Esto le da ocasión al evangelista para narrarnos este episodio completando así la presentación de lo que había sido la figura del Bautista y ofreciéndonos el testimonio supremo de su vida. Juan ya estaba en la cárcel; aunque se dice que Herodes sentía admiración por Juan, instigado por la mujer con la que convivía lo metió en la cárcel porque le decía que no era lícito que viviera con la mujer de su hermano.

Se cruzan las ambiciones, las envidias, las cobardías, la maldad de los corazones heridos que tienen conciencia de que obran mal y el justo sufre las consecuencias. Cuántas veces nos sucede, como se dice, paga el justo por el pecador. Pero Juan era fiel a su sentido moral de la vida y consciente de su misión profética de preparar para la venida del Señor un pueblo bien dispuesto. No puede callar, aunque esto le lleve a la cárcel y posteriormente a la muerte. ¿Seríamos capaces nosotros de mantener una fidelidad así a unos valores y a unos principios? Cuántas veces callamos.

Y la ocasión directa viene en una fiesta que ofrece Herodes a sus invitados y la hija de Herodías baila para Herodes. Vienen las promesas entusiasmadas que luego serían difíciles de cumplir cuando hay verdaderos principios. Pero esta ocasión la cobardía lo invadió todo. La petición de Salomé instigada por su madre será la cabeza de Juan Bautista. Herodes se vio cogido por su palabra y sus promesas y el miedo a quedar mal ante sus invitados. Quedar mal ante los que nos rodean, dar la cara cuando es necesario un testimonio, cuanto nos cuesta. Y Juan fue decapitado. El testimonio de la sangre y de la vida entregada como signo de una fidelidad a una fe y a una misión.

Decíamos que de los hechos de la vida tenemos que aprender, aun cuando hayamos errado y tropezado. De este proceso del corazón de Herodes también tenemos que aprender. ¿Qué es lo que realmente guía nuestra vida? ¿Sobre qué fundamentamos lo que verdaderamente nos hace felices? ¿Hasta dónde llega la fidelidad a nuestra conciencia, a nuestra responsabilidad, a la misión que tenemos que desempeñar en la vida? ¿Cuánto dependemos de lo que pensamos que es la opinión o la valoración que la gente haga de nosotros y de nuestros actos? ¿Seremos capaces de reflexionar seriamente de lo que ha sido el proceso de nuestra vida para comenzar a actuar de manera distinta?

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