No es
un modelo para aprender y repetir lo que Jesús nos ofrece, es un nuevo estilo
de relación con Dios donde los hijos se sienten a gusto y con confianza con su
Padre del cielo
Isaías 55, 10-11; Sal 33; Mateo 6,
7-15
Habla con
confianza que somos amigos, le decimos al amigo – valga la redundancia – que
tenemos a nosotros y que sabemos que tiene que contarnos algo y se encuentra
como medio retraído para vaciar lo que lleva dentro; no nos sorprendemos por lo
que nos va a decir, porque bien nos conocemos a nosotros mismos y en nuestra
escucha somos comprensivos para cuanto le haya sucedido o ahora tenga que
contarnos.
Habla, con
confianza, soy tu padre, tu eres mi hijo y sabes que te entiendo y estoy a tu
lado, es la conversación, aunque no sea siempre con palabras, pero con lo que
se expresa esa cercanía para abrirse a la confianza y para expresar cuanto un
hijo lleva dentro, le interroga o tiene necesidad.
Lo intentamos
hacer, ya sea con el amigo o el padre con el hijo, pero creo que todos somos
conscientes de que hay en nuestro mundo mucha gente con esos deseos de hablar,
de expresar cuanto lleva dentro, de desahogarse y que no siempre encuentran ese
padre, ese amigo, esa persona que les escucha, les comprende, se detiene a su
lado, porque muchas veces lo que mas se necesita es que alguien se detenga a tu
lado, sin prisas ni agobios, en silencio quizá, con apertura del corazón
siempre. Quizás cuantas confidencias así habremos escuchado cuando lo hemos
sabido hacer con los demás, o nosotros mismos cuanto habremos expresado cuando
encontramos esa persona de confianza.
¿Qué nos
viene a decir hoy Jesús en el evangelio? Así a primera vista, decimos que nos
habla de la oración y que nos enseña el padrenuestro; ¿pero no será algo más
sencillo a la vez que más profundo lo que Jesús nos está queriendo manifestar?
¿No estará yendo Jesús en lo que hoy nos dice y nos ofrece algo en el sentido
de lo que hemos venido reflexionando?
¿Qué es Dios
para nosotros? El que está ahí a nuestro lado y a la escucha, el que nos ofrece
la mayor de las confianzas porque es en el que hemos de confiar por encima de
todo y de todos, y el que nos está abriendo su corazón para que vayamos y nos
sentemos con El y nos sintamos a gusto con El. Como el amigo que se sienta al
lado del amigo que le escucha y se siente a gusto; con el hijo que se sienta a
hablar con su padre y quizá comienzan hablando de cosas que parecen
superficialidades, pero que terminan metiéndose uno y otro en el corazón del
otro.
¿Qué nos está
diciendo Jesús? que nos sintamos a gusto con Dios, que en Dios podemos
descargar nuestro corazón y que con Dios podemos siempre contar que esté a
nuestro lado, aunque algunas veces nos parezca no verlo, porque camina a
nuestro lado y de su presencia podemos en todo momento disfrutar y que no es
necesario solo estar con El cuando necesitemos cosas, porque El sabe bien lo
que nos hace falta y a nuestro frió siempre el nos ofrecerá su manta, porque
nos ofrece todo su amor.
Fijémonos que
desgranar esos puntos, vamos a llamarlos así, que nos ofrece Jesús en el estilo
de oración que nos presenta, es ir desgranando nuestra vida, es ir poniéndonos
ante Dios tal como somos, con nuestros deseos de amor, pero también con
nuestras debilidades y necesidades de cada día, con nuestras luchas por superarnos
en cada momento pero también con los tropiezos que muchas veces tenemos y que
quizá ni al amigo de más confianza somos capaces de contar, pero con Dios lo
hacemos porque sabemos que siempre nos vamos a sentir perdonados, porque el
corazón de Dios siempre rebosa misericordia.
No es un
simple modelo para aprender y repetir lo que Jesús nos está presentando hoy, es
un estilo nuevo de relación con Dios que nace de la confianza de sentirnos
amados, porque Dios será para siempre nuestro Padre que nos ama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario