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viernes, 5 de mayo de 2017

Comiendo del Pan de vida saboreemos de verdad lo que es el amor para vivir esa unión con Dios y con los hermanos que solo desde el amor podemos alcanzar

Comiendo del Pan de vida saboreemos  de verdad lo que es el amor para vivir esa unión con Dios y con los hermanos que solo desde el amor podemos alcanzar

Hechos de los apóstoles 9, 1-20; Sal 116; Juan 6, 52-59
El amor une de la forma mas profunda. Quienes se aman se sienten unidos, que no solo es cercanía, que no solo es estar el uno al lado del otro, es algo mucho mas profundo. Es comenzar a sentir con los mismos sentimientos, es comenzar a sentir que su vida es mi vida de manera que hacemos un mismo camino, seguimos unos mismos pasos de manera que parece que las huellas de uno y otro se confunden, se hacen las mismas.
Son los hermosos sentimientos de una amistad verdadera, es la unión íntima y profunda que se vive en un amor matrimonial, es lo que queremos vivir cuando vivimos el verdadero amor de Dios. No es un amor que nos anule ni mucho menos, sino que nos hace vivir con mayor plenitud nuestro propio ser.
Eso tan humano como es el amor, el amor autentico y verdadero que no hemos de confundir con otras cosas, quiere Jesús que lo vivamos en plenitud, y en plenitud con El. Porque en la medida en que seamos capaces de vivirlo con El podremos vivirlo mas fácilmente con los demás, y la experiencia de vivirlo con los demás nos hace sentir la necesidad de unirnos mas y mas con Dios.
Por eso Jesús se nos ofrece como  alimento, como pan de vida. Quiere que le comamos a El, que nos unamos intima y profundamente con El, de la manera que el alimento que comemos se hace vida nuestra. Por eso  nos llega a decir hoy en el evangelio. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él’. Le comemos para vivir en El, le comemos para hacer su vida nuestra vida.
Es todo un proceso, un camino que hemos de ir haciendo. Aceptamos a Jesús y creemos en El. Aceptamos a Jesús y queremos vivir su vida. ¿Y que hacemos? Hacer su voluntad, seguir su camino, hacer vida nuestra su Palabra plantándola en nuestro corazón, haciéndola practica en nuestra vida. Ya nos dirá mas adelante que si lo amamos el Padre nos amara, cumpliremos sus mandamientos y el Padre y El vendrán a habitar en nosotros. Son palabras que escucharemos en la última cena, en su despedida.
Ahora nos lo esta anunciando cuando nos habla del Pan de vida, del Pan bajado del cielo, de que hemos de comer su carne y beber su sangre. Palabras que no siempre llegamos a entender bien. Como les costaba a los judíos que no entendían y que motivo incluso que muchos ya no quisieran seguir con El. Es que aceptar las palabras de Jesús no es un mero asentimiento formal, sino es aceptar a Jesús y el planteamiento que nos esta haciendo de la vida. Es pan de vida para nosotros porque se convierte para nosotros en sentido de nuestra vida, en el camino que hemos de recorrer, en la vida en que hemos de vivir.
Cuando nos acercamos, pues, a la Eucaristía vayamos a saborear su amor. Deseemos de verdad dejarnos inundar de su amor para poder llegar a vivir esa unión tan profunda con El que solo desde el amor podemos conseguir. Nuestra vida será distinta, nuestra vida se llenara de sentido y de plenitud, nuestro caminar con los hermanos será entonces cada día mas hermoso.

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