Quienes comemos el pan de vida que Cristo nos ofrece estamos llamados a quitar interferencias que nos alejen y poner sintonías que creen lazos de verdadera fraternidad
Hechos
de los apóstoles 7, 51-59; Sal 30; Juan
6, 30-35
¿Por qué tengo que creerte? Alguna vez nos encontramos con una
reacciona así, ya que alguien nos interpele por lo que le digamos, o ya
nosotros mismos reacciones de esa manera ante alguien que nos quiere hacer
creer una cosa que nosotros no vemos clara ni nos convencen sus argumentos. Queremos
pruebas y pruebas que nos convenzan, no solamente palabras; hay cosas que nos
pueden parecer inverosímiles y no las aceptamos así porque así. Y para creer en
una persona y aceptarla tenemos que ver clara su vida, aunque muchas veces también
sabemos dar un margen de confianza. En fin de cuentas creer en alguien es poner
nuestra confianza en esa persona.
‘¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu
obra?’ Es la reacción de los judíos, y en este caso los de
Cafarnaún, ante las palabras de Jesús, a pesar de la experiencia que con El habían
tenido en la tarde anterior. Ahora Jesús les ha hablado tras sus
interpelaciones diciéndoles que ‘la obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el
que él ha enviado’,
que pongan toda su fe en El.
Una vez mas piden
señales, ponen como comparación lo que Moisés había hecho por ellos en el
desierto cuando les dio el mana para que comieran. ‘Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Les dio
a comer pan del cielo’.
Jesús quiere hacerles comprender cual es el verdadero pan que viene
del cielo y que les dará vida para siempre. ‘No fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os
da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y
da vida al mundo’.
Habrán entendido o no habrán
entendido las palabras de Jesús pero ellos ahora quieren comer de ese pan. ¿Será
como la mujer samaritana que cuando Jesús le ofrecía un agua viva que calmaría
su sed le pedía esa agua para no tener que venir todos los días al pozo a
buscarla? ¿Querrán ese pan porque así se evitaran el tener todos los que amasar
el pan?
Jesús afirmara rotundamente: ‘Yo
soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí
nunca pasará sed’. Es importante creer en las palabras de Jesús; es
importante creer en Jesús. Sin esa fe lo del pan de vida no se entenderá. Sin
esa fe en Jesús nos estaremos quedando siempre solamente en el pan material,
pero Jesús quiere darnos algo más. El significado de las palabras de Jesús va
mas allá de pan material con el que alimentamos cada día nuestro cuerpo.
Comiendo a Jesús, creyendo en Jesús se saciara plenamente nuestra vida, porque
alcanzaremos la vida que no se acaba, que nos llena de plenitud.
¿Buscamos razones para creer en Jesús?
Su vida y su amor es la razón más profunda. Su vida es la manifestación más
maravillosa de lo que es el amor que Dios nos tiene. Abramos de verdad los ojos
de la fe que es algo más que ver cosas u obras materiales. Pongamos toda
nuestra confianza en El, que nos dio su vida, que nos regalo su amor, que
verdaderamente nos llena de plenitud.
Igual que en la vida tenemos que
ir aprendiendo a confiar en los demás, vayamos poniendo nuestra confianza en
Dios. Pero aprendamos, si, a confiar en los otros, a abrir nuestro espíritu a
todo lo bueno que podamos recibir de los demás, a quitar desconfianzas e
interferencias, a poner buena sintonía en nuestro espíritu para captar todos
los mensajes de vida que de los otros podamos recibir. Los que creemos en Jesús
estamos llamados a crear redes de sintonía entre unos y otros para que al final
lleguemos a esos lazos de hermandad que a todos nos harán más felices.
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