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miércoles, 11 de junio de 2014

Bernabé, un hombre que se deja conducir por el Espíritu Santo con un corazón generoso, lleno de fe y rebosante de amor



Bernabé, un hombre que se deja conducir por el Espíritu Santo con un corazón generoso, lleno de fe y rebosante de amor

Hechos, 11, 21-26; 13, 1-3; Sal. 97; Mt. 10, 7-13
Celebramos a san Bernabé ‘hombre lleno de fe y de Espíritu santo, designado para llevar a las naciones el mensaje de salvación’, como expresamos en la oración litúrgica y cuyo nombre significa ‘consolador, el que trae el consuelo’, como lo expresa el mismo libro de los Hechos cuando nos lo presenta. No forma parte del grupo de los Doce, sin embargo es considerado como un Apóstol, y así la liturgia lo designa en esta fiesta, de manera que incluso en la liturgia eucarística se puede utilizar el prefacio de los Apóstoles.
De origen chipriota, donde incluso terminaría sus días, era levita del templo, y se convirtió a la fe podríamos decir desde la primera hora, porque ya aparece su figura en los primeros capítulos de los Hechos de los Apóstoles. En el primer momento en que aparece es para destacar su generosidad y desprendimiento porque ‘tenía un campo, lo vendió, trajo el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles’. Eran los momentos de aquella primera comunidad de Jerusalén donde todo lo tenían en común, nadie pasaba necesidad entre ellos porque todo lo compartían como expresión de su amor y comunión.
De gran prestigio en la comunidad de Jerusalén, cuando la Iglesia se expande y llegan noticias de cómo se ha formado una comunidad en Antioquía de Siria, allí es enviado para que sirva de apoyo a aquella comunidad que allí se va formando. ‘Cuando llegó y vio lo que había realizado la gracia de Dios, se alegró y se puso a exhortar a todos para que se mantuvieran fieles al Señor, pues era un hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe, de manera que una multitud considerable se adhirió al Señor’. Servirá Bernabé de enlace y de carta de presentación de Saulo, recién convertido, a quien va a buscar a Tarso para traérselo a Antioquia, donde durante un año instruyeron a muchos. Ahora los veremos juntos durante un tiempo, en su subida a Jerusalén y en el viaje apostólico que luego iniciarán.
Es aquí donde hemos de destacar algo importante. Es la elección por parte del Espíritu Santo de Pablo - aun se llamará Saulo - y Bernabé para una misión que se les va a confiar. ‘Un día mientras oraban y ayunaban, el Espíritu Santo se manifestó en aquella comunidad de Antioquía: Separadme a Bernabé y a Saulo para la misión que les he encomendado. Entonces, después de ayunar y orar, les impusieron las manos y los despidieron’. Fue el inicio del primer viaje apostólico de Pablo y Bernabé, primero por Chipre, la tierra de Bernabé, y luego por muchos lugares del Asia Menor.
Más tarde, después de la vuelta y subida a Jerusalén, cuando van a emprender de nuevo viaje por aquellas comunidades que habían constituido, por desencuentros entre ambos, se separaron y Bernabé se va a Chipre, mientras Pablo continua con su viajes.
Hasta aquí de forma muy resumida lo que se nos dice de Bernabé en el libro de los Hechos de los Apóstoles, y de lo que podemos sacar un mensaje hermoso para nuestra vida y nuestro camino de fe y nuestro camino apostólico.
¿Qué podemos destacar? Un hombre bueno, lleno de fe y lleno del Espíritu Santo que se desprende de todo generosamente por la causa del Reino de los cielos. Y no solo es el hecho de que vendiera sus bienes para ponerlos a disposición de la comunidad que nos habla mucho de su generosidad, sino que es la disponibilidad de su vida para ir allí donde el Espíritu del Señor le va conduciendo. Así baja primera a Antioquía enviado por la comunidad de Jerusalén, pero así está dispuesto a ponerse en camino para anunciar el Evangelio allí donde el Espíritu Santo le va llevando, no sin dificultades, problemas, sacrificios y hasta persecuciones. Un hombre que se deja conducir por el Espíritu Santo con un corazón generoso, lleno de fe y rebosante de amor.
‘Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca… lo que habéis recibido gratis, darlo gratis’, escuchábamos a Jesús en el Evangelio. ¿Aprenderemos del testimonio tan hermoso que nos ofrece san Bernabé?

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