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martes, 3 de mayo de 2011

Seamos mediación para que el mundo pueda conocer a Jesús


Seamos mediación para que el mundo pueda conocer a Jesús

1Cor. 15, 1-8; Sal. 18; Jn. 14, 6-14

‘Hace tanto tiempo que estoy con vosotros, ¿y aún no me conoces, Felipe?’ Es la réplica o recriminación de Jesús cuando Felipe le pide ‘Señor, muéstranos al Padre y nos basta’, en la última cena.

Felipe era de los que estaban con Jesús desde el principio. Jesús mismo lo había llamado después que Juan y Andrés se fueran con Jesús tras haberlo señalado el Bautismo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo; luego Andrés había llevado a su hermano Simón hasta Jesús y a continuación nos dice el evangelio que Jesús encontrándose con Felipe en su camino a Galilea le invita seguirle y éste se va con Jesús. Ya inmediatamente le lleva la noticia a Natanael diciéndole que ‘hemos encontrado a aquel de quien hablan las Escrituras, Moisés y los profetas’ y lo convence para llevarlo a Jesús.

Volveremos a encontrarlo en el Evangelio cuando unos gentiles se le acercan para decirle que quisieran ver a Jesús; se lo comunica a Andrés y los dos se los llevan a Jesús. Aparece en los listados de los doce escogidos por Jesús para nombrarlos apóstoles.

Santiago, a quien hoy celebramos también, como entendemos todos no es el Zebedeo hermano de Juan, sino Santiago el de Alfeo, como se dice en las listas de los apóstoles y que también conocemos habitualmente como Santiago el Menor. ¿Pariente de Jesús? ¿primer obispo de la Iglesia de Jerusalén? Quizá el Santiago del que dice Pablo que también a él se le apareció el Señor resucitado, como hemos escuchado en la carta a los Corintios. También tenemos en el canón de los libros del Nuevo Testamento una carta atrbuida también a Santiago Apóstol, que tendría que ser éste.

Poco más sabemos de ambos. Bástenos saber que perteneció al grupo de los Doce Apóstoles escogidos por el Señor y enviados con misión especial a hacer el anuncio del evangelio por el mundo entero.

Es hoy una fiesta de los Apóstoles con la importancia que tiene esta celebración para la Iglesia por lo que significan para nosotros. Testigos de Jesús nos trasmitieron la fe Cristo como nuestro Salvador, por lo que decimos que nuestra fe está fundamentada en los apóstoles y la Iglesia es apostólico entre sus esenciales características.

¿Qué podríamos considerar como lección para nosotros que nos estimule en el camino de nuestra vida cristiana? Fijémonos, por ejemplo, en esos detalles que hemos subrayado de Felipe. Podíamos destacar en esa pregunta que le hace a Jesús en la última cena sus ansias de conocer más y más a Dios. ‘Muéstranos al Padre y nos basta’. Que surjan esas ansias en nuestro corazón de querer conocer más y más todo el misterio de Jesús que es meternos de lleno en el misterio de Dios.

Pero también podríamos destacar la mediación que fue Felipe para que otros conocieran a Jesús. En él hubo disponibilidad total cuando Jesús le llama, pero pronto se está conviritiendo en medio para que otros conozcan a Jesús. Hablará de Jesús a Natanael y aquellos gentiles por su medio pueden llegar también hasta Jesús.

‘Queremos conocer a Jesús’. Quizá también los que nos rodean conscientes y deseosos o con un deseo que no se atreven a manifestar también podrían de una forma o de otra estar diciéndonos lo mismo. Tenemos que llevar hasta Jesús a nuestros hermanos los hombres que nos rodean. Tenemos que anunciarles a Jesús.

O tenemos también que hablarle a Jesús de esos hombres, de ese mundo que está a nuestro alrededor. Una forma hermosa de vivir ese espíritu misionero también es la oración que podemos hacer por nuestro mundo. En nuestra oración, con esa inquietud que tenemos en el corazón por lo que vemos a nuestro lado, hablémosle a Jesús, hablémosle a Dios de ese mundo que nos rodea; oremos, en una palabra, por ellos.

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