Sintonicemos con el amor de Dios y tendremos vida, amor y paz en el corazón
‘Dios nos envió a su
Hijo único para que vivamos por medio de El… como propiciación por nuestros
pecados…’ En esto
consiste el amor. Primero es el amor de Dios. No pensemos que eso nos lo hemos
inventado nosotros. Es el regalo del Dios que nos creó por amor y aún más nos
dio a su Hijo para que vivamos por medio de El.
Esto ya lo sabemos, lo hemos escuchado tantas veces,
podemos decirnos. Pues tenemos que repetírnoslo muchas veces porque tenemos el
peligro o de acostumbrarnos a ello o de olvidarnos. Tenemos que aprender a
saborear el amor que el Señor nos tiene. Pero no es cosa que solo tengamos en
la cabeza, por así decirlo, sino que tenemos que recordar la experiencia de
nuestra vida; cuántas veces hemos experimentado ese amor; de cuántas maneras el
Señor nos ha manifestado y sigue manifestándonos su amor.
Abramos los ojos; abramos el corazón. Entremos en la
sintonía de Dios; entremos en la sintonía de su amor. Lo necesitamos. Porque
algunas veces nos vemos envueltos de tal manera por nuestras preocupaciones y
agobios y lo que hacemos es encerrarnos en nosotros mismos. Y si nos encerramos
en nosotros mismos no seremos capaces de sintonizar con el amor de Dios que
siempre está emitiendo su sintonía de amor sobre nosotros. Es como el aparato
de radio; si no lo encendemos para que capte las hondas radiofónicas no
podremos sentir nada. Ahí están, nos envuelven, podemos decir, pero no las oímos
ni las sentimos; es necesario abrir el receptor. Es necesario abrir nuestro
corazón a la sintonía de Dios.
Y ¿en que consiste ese amor de Dios? En vivir su vida.
Es su gran regalo. Y vivir su vida es amar; y vivir su vida es conocerle. Y
quien le conoce no puede menos que amar. Y eso nos exigirá entonces a que
nosotros vayamos regalando vida; y regalamos vida cuando amor, cuando nos
damos, cuando pensamos en los demás, cuando los vemos de otra manera, cuando
comenzamos a hacer nuestros su vida, sus sentimientos, sus alegrías, sus
sufrimientos.
¿Qué es lo que hizo Jesús? ‘Pasó haciendo el bien’, que decía san Pedro. Vino y nos trajo el
amor, nos amó, repartió vida y amor. Le vemos curando, perdonando, regalándonos
su paz, enseñando, alimentándonos, dando vida, llenándonos de su vida. No
quería otra cosa sino que tuviéramos vida en abundancia.
Hoy le vemos en el evangelio sintiendo compasión por
aquellas multitudes que acudían a El. Y es que El sentía en si mismo lo que
eran los anhelos y los deseos de aquellos corazones, los sufrimientos y las
esperanzas. Los amaba. Por eso enseña, cura y multiplica los panes, para darnos
las señales claras de que quería vida para nosotros.
Vayamos hasta Jesús. Sintonicemos con su amor y nos
llenaremos de la paz y del amor de Dios.
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