Camino
cuaresmal que es camino pascual, camino en que renovamos nuestra fe en Jesús
por quien pasamos de la muerte a la vida
Isaías 49,8-15; Salmo 144; Juan 5,
17-30
En el complejo mundo de nuestras
relaciones humanas y sociales hay una serie de connivencias, de protocolos
sociales podríamos decir, que respetamos y valoramos como algo fundamental para
mantener esas mutuas relaciones. El que ha recibido un poder (notarial) de
alguien va a actuar ante nosotros como un representante válido y como voz de
aquel que le dio tal poder; a quien aceptamos como intermediario en cualquier
tipo de intercambio le respetamos y valoramos su palabra y su intervención para
lograr aquello que pretendemos por ejemplo intercambiar; quien viene como
embajador representante de un gobierno o un país extranjero lo respetamos, lo
escuchamos porque sus palabras son las de aquel gobierno o país que representa,
es el enviado de aquel país. Y así podríamos poner muchos ejemplos.
Jesús hoy en el evangelio nos está
diciendo que es el enviado del Padre y nos repetirá en muchas ocasiones que El
hace y dice lo que recibió del Padre. Palabras, como vemos hoy, que son
difíciles de aceptar para los judíos y que le van a conducir al rechazo que de
ellos, de sus autoridades y dirigentes va a recibir. El pueblo sencillo que
tiene otra sintonía para conocer las cosas de Dios sí proclamará en muchas
ocasiones ante el actuar de Jesús que Dios ha visitado a su pueblo. Lo
reconocen como profeta, y profeta es el enviado de Dios que habla palabras de
Dios, y dirán de Jesús que es mucho más. Por supuesto que Jesús es mucho más
que un embajador o un apoderado, porque es el Hijo de Dios, el Hijo del Padre
que nos hace partícipes de la vida de Dios.
Jesús nos lo reflejará en aquella
parábola en la que nos habla de la viña preparada por su dueño y que confía a
unos agricultores, pero que a la hora de rendir cuentas se negarán a recibir a
los criados enviados por el amo maltratándolos e incluso cuando les envía a su
hijo lo matarán arrojándolo incluso fuera de la viña. Un resumen, podríamos
decir, de lo que fue la historia de la salvación en aquel pueblo, que al final
rechazará al enviado de Dios.
Jesús es el Hijo que habla las palabras
del Padre, Jesús eses el Hijo que no hace sino lo que el Padre quiere, Jesús es
el Hijo que nos va a enseñar una nueva forma de relacionarnos con Dios porque
en El a nosotros también nos hace hijos y también nosotros podemos llamarle
Padre. ‘Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi
juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me
envió’, termina diciéndonos hoy en el texto del evangelio que hemos
escuchado.
Por eso anteriormente nos había dicho: ‘En
verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino lo
que viere hacer al Padre. Lo que hace este, eso mismo hace también el Hijo,
pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras
mayores que esta, para vuestro asombro’.
Así se nos manifiesta Jesús. Así hemos
de poner toda nuestra fe El. Es el camino de vida, es el camino de la salvación,
es la buena nueva que nos ofrece el Evangelio. ‘En verdad, en verdad os
digo: quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no
incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida’. Es el
camino que hemos de recorrer, por lo que tenemos que esforzarnos, la manera de
abrir nuestro corazón a Dios y nos podremos llenar de vida.
Creer en Jesús es pasar de la muerte a
la vida. Creer en Jesús es vivir la Pascua, sentir como desde lo más hondo de
nosotros mismos nos transformamos y nos sentimos con nueva vida. Es el camino
que ahora en esta cuaresma estamos haciendo para que la Pascua se haga realidad
en nuestra vida. Camino cuaresmal que es camino pascual.