Que la Virgen de las Nieves extienda su manto protector de manera especial sobre sus hijos que en la Isla de la Palma padecen la catástrofe del incendio forestal que asola su tierra
Gál. 4, 4-7; Sal. 112; Lc. 2, 1-7
Hoy es una fiesta de la Virgen que tiene una hermosa resonancia
popular y un hermoso significado, aunque en su origen fuera fiesta
eminentemente eclesial pues es la Dedicación de la Basílica Mayor de Santa
María en el monte Esquilino de Roma. Fue, sin embargo, en su origen la primera
Iglesia dedicada a María, la Madre de Dios, en el occidente cristiano.
La tradición envuelve en hermosas leyendas la construcción de este
templo con el sueño del Papa que le impelía a edificar una Iglesia en Roma
donde apareciera el suelo nevado en pleno mes de agosto. Es así como se enmarca
el solar donde sería levantada lo que es hoy la hermosísima Basílica de Santa
María la Mayor, una de las cuatro Basílicas Mayores o Papales que existen en la
Urbe romana. Allí se venera el Icono de Santa María, Salus populi romani, que
bien sabemos que el Papa Francisco va a venerar con frecuencia y en especial
antes y después de cada uno de sus viajes apostólicos por el mundo.
Decíamos que la fiesta de la Virgen de este día tiene una fuerte
resonancia popular sobre todo en la Advocación de la Virgen de las Nieves. Son
muchos los lugares que veneran a María con esta Advocación que nos habla de la
pureza de María y nos impulsa a seguir sus mismos caminos de santidad y de
gracia. No podemos menos de recordar hoy aquí en mi tierra canaria a la Isla de
La Palma que la venera como Patrona en esta Advocación de la Virgen de las
Nieves, sobre todo en estos momentos angustiosos que se viven en aquella isla
con el incendio forestal que va devastando sin control los montes de la isla y
poniendo en peligro sus poblaciones.
Queremos pedir con todo el amor de nuestra alma que María extienda su
manto protector sobre la isla y sus habitantes y como tantas veces se han visto
liberados de tantos peligros ella ahora una vez extienda su protección sobre
todos ellos y encuentren la forma de controlar y detener tal catástrofe que se
abate sobre la isla. Grande es el amor que los palmeros sienten por su madre y
patrona y son muchos los que se congregan hoy en su santuario para invocarla y
celebrarla, aunque muchos también se hayan visto imposibilitados para ir a
visitarla por las circunstancias que viven. Que María les conceda hacerles
sentir paz en sus corazones y la alegría del control de tan devastador fuego
que va calcinando sus montes y poniendo en peligro sus vidas.
En otras circunstancias me hubiera detenido en esta reflexión que
diariamente os ofrezco en considerar muchas cosas que podemos y tenemos que
aprender de María, porque siempre a la Madre tenemos que imitar y muchas son
las cosas que de ella podemos aprender. Hoy simplemente quiero invitar a
cuantos lean esta página de mi blogs a que eleven una oración especial por los
habitantes de aquella bella isla en las duras circunstancias que vive en estos
momentos, y por quien ha fallecido desempeñando su labor de luchar contra este
incendio.
Que la amargura de las circunstancias negras o difíciles por las que
pasamos en ocasiones no nos oscurezca las mentes ni endurezca los corazones,
sino que en todo momento sintamos la protección de quien nos ama como Madre y
siempre nos querrá llevar hasta la paz de Jesús.
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