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miércoles, 30 de julio de 2025

Qué seremos capaces de hacer para buscar y encontrar esa luz de la fe, verdadera sabiduría de nuestra vida, auténtica riqueza espiritual de nuestra existencia

 


Qué seremos capaces de hacer para buscar y encontrar esa luz de la fe, verdadera sabiduría de nuestra vida, auténtica riqueza espiritual de nuestra existencia

Éxodo 34,29-35; Salmo 98; Mateo 13,44-46

¿Qué es lo que verdaderamente consideramos importante? ¿Qué es lo que para nosotros tiene mayor valor? ¿Cuánto estaríamos dispuestos a dar para conseguirlo? Son unas primeras preguntas que nos hacemos para ver por donde anda nuestra onda. Porque también nos puede suceder que nos contentamos con lo que somos o lo que tenemos, que nos parece lo suficientemente bueno y para que vamos a estar volviéndonos locos por conseguir algo distinto, posturas conformistas en las que podemos caer; que también podemos pensar si ya lo que tengo es más o menos válido, para que voy a desprenderme de algo que ahora me está sirviendo ante el interrogante que pueda representar lo nuevo, es quizás la mediocridad en la que me muevo  que no me impulsa a una superación, y sobre todo cuando quizás eso me exija sacrificar algo.

Bueno esto que estamos diciendo nos vale para pensar en muchas cosas que forman parte de nuestra vida. Muchas cosas diferente podemos considerar importantes y por ellas hemos de ser capaces de sacrificarnos. Quien piensa en sus negocios y en sus ganancias, quien puede pensar en lo que son sus posesiones  con las que pretende tener una buena vida sin sobresaltos, quien puede pensar en unas conocimientos y unos estudios que le ayudarán a cultivarse como personas y le puede ayudar a encontrar una sabiduría de la vida, quien puede pensar en la familia y todo lo que entrañan unas relaciones familiares por lo que somos capaces de sacrificarnos porque queremos el bien de la familia o pensamos en el futuro de nuestros hijos con lo que le podamos ofrecer para lograr un puesto en la vida, quien puede pensar en esa sociedad en la que vive y que quiere mejor y que se quiere ser capaz de trabajar por una transformación de esa sociedad.

En cada una de esas facetas podemos o tener que pensar en qué es lo mejor, por lo que merece la pena sacrificarse y luchar, en ese necesario espíritu de superación que tiene que haber en nuestra vida, aunque eso algunas veces nos signifique renuncias y sacrificios en la búsqueda de lo mejor. Forma parte de ese crecimiento humano como personas que todos hemos de anhelar, aunque muchas veces andamos un poco cegados por aquello de la inmediatez y no siempre tenemos la paciencia de esperar para conseguir eso mejor que busquemos.

¿Es el sentido de estas parábolas que hoy Jesús nos propone en el Evangelio? Nos habla de un tesoro escondido que alguien encuentra y que porque no está en su campo buscará todos los recursos que sea para poder adquirir aquel campo y tener derecho a ese tesoro. Como nos habla también de una perla preciosa de gran valor que queremos tener y que somos capaces de desprendernos de todo lo que tenemos para tener los medios necesarios para poder conseguirla.

¿Cuál es ese tesoro que hemos de conseguir o esa perla preciosa que queremos adquirir? Es aquí donde tenemos que hacer nuestra escala de valores. No es que sean malas aquellas cosas que antes mencionábamos y que quisiéramos conseguir en la vida. Pero ahora con la parábola Jesús quiere plantearnos algo mucho más hondo. ¿Cuál es esa verdadera sabiduría de la vida? ¿Le daremos a nuestra fe ese valor de la perla preciosa por la que hemos de saber despojarnos de muchas cosas para poder alcanzarla?

Aquí tiene que entrar en juego también ese sentido espiritual de la vida, porque no todo se puede quedar en lo material, en unas ganancias o en unas riquezas que nos hagan poseer cosas, como si en ello estuviera toda nuestra felicidad. Es bueno que sintamos toda esa alegría y satisfacción por esas cosas conseguidas para lograr ese nuestro crecimiento humano como personas y de aquellos que están a nuestro lado.

Pero hemos de saber encontrar esa luz de la fe que nos va a dar una visión nueva y distinta de la vida, una mayor trascendencia a nuestro ser y a cuanto hagamos, que va a ser motor de nuestro camino, de nuestras luchas y deseos de superación, que nos ayudará a encontrar esos valores que nos ofrece el evangelio para que lleguemos a vivir ese sentido del Reino de Dios, que va a elevar nuestro espíritu para entrar en esa sintonía de Dios en quien encontramos todo el sentido de nuestra vida y nuestra existencia.

¿Qué seremos capaces de hacer para buscar y encontrar esa luz de la fe para nuestra vida, esa luz de la fe que va a ser la verdadera sabiduría de nuestra vida, esa luz de la fe que nos hará encontrar la verdadera riqueza espiritual de nuestra existencia?

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