Solo es necesaria la disponibilidad del corazón generoso
porque nuestro apoyo y nuestra fuerza está en el Señor
1Reyes 2, 1-4. 10-12; Sal.: 1 Crón 29,
10-12; Marcos 6, 7-13
¡Con la de maletas, mochilas, bolsos y
no se cuántas cosas más que reunimos cuando nos disponemos a hacer un viaje! Así
contemplamos a la gente cargada de equipajes cuando se disponen a viajar, ya
sea en un aeropuerto, un barco, un tren o cualquier otro medio de transporte.
Es que me puede hacer falta… es que puede surgir un imprevisto… es que no
sabemos que tiempo nos vamos a encontrar allí… es que… y añadimos otra pieza de
ropa, un abrigo, otros zapatos, que al final no tenemos maleta donde meter
todo.
Cuánta dependencia nos creamos en
nosotros mismos de las cosas; cuánta importancia le damos a cosas que a la
larga se nos convierten en superfluas o son expresiones de nuestra vanidad;
cuantas ataduras y apegos, porque aquello me recuerda no sé qué, porque sin eso
no me puedo pasar, porque nos vamos creando necesidades que consideramos ineludibles,
y si nos falta algo poco menos que nos da un ataque de ansiedad. Mira si se te
ocurre dejar atrás el cargador del móvil o de la tablet…
¿En ese viaje de la vida vamos a la
búsqueda de lo nuevo, o pretendemos seguir con las comodidades del que no sale
nunca del cascarón y por eso nos vemos obligados a llevar tantas cosas?
¿Seremos capaces de arriesgar algo en la búsqueda de eso nuevo que puede abrir
nuevos horizontes a nuestra vida? Porque si nos vamos a quedar siempre con lo
mismo, la verdad que no merecería la pena emprender el viaje.
Me estoy haciendo estas consideraciones
que creo que pueden reflejar muchas de nuestras rutinas que se nos convierten
en apegos, con lo que hoy les dice Jesús en el evangelio a aquellos doce
apóstoles que ha escogido pero que los ha puesto en camino para que realicen lo
mismo que Jesús ha venido haciendo. Será la obra de Jesús la que han de
realizar pero que es bien distinto de lo que ellos hacían de siempre con sus
redes y sus barcas o con cualquiera de las tareas que antes realizaran.
‘Jesús
llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los
espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada
más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias,
pero no una túnica de repuesto…’
Solo es
necesaria la disponibilidad del corazón generoso. Dios proveerá. Dios está con
nosotros cuando queremos realizar su obra. El es nuestra fuerza. Cómo tendríamos
que aprenderlo para los caminos de nuestra vida. De cuántas cosas nos queremos
proveer como si esas cosas fueran nuestro único apoyo.
Es en el
esfuerzo que realizamos cada día por superarnos, por ser mejores. Es la tarea
buena de hacer el bien donde algunas veces rebuscamos cosas extraordinarias y nos
olvidamos de lo pequeño y de lo sencillo porque las maravillas que podamos
hacer no está en lo extraordinario sino en eso pequeño y humilde que con la
fuerza del Señor se transforma y nos transforma.
Es esa
mano que tendemos para ayudar a caminar al débil, para levantar al que se
siente postrado, para dar compañía el que le parece estar solo y abandonado,
para animar al decaído, para hacer sentir la fuerza de Dios al que se ve
tentado y atormentado. Dice el evangelio que ‘les dio autoridad sobre los espíritus
inmundos’, y esa autoridad la tenemos en el amor con que caminamos, en la
humildad de nuestros pasos, en la paz que llevamos en el corazón y queremos
transmitir.
¡Me ha parecido una reflexión excelente! ¡¡Muchas gracias!! He vivido muchísimas mudanzas, casi veinte, y es posible que haya más (me encuentro alquilando donde vivo). A veces me parece que cada vez tengo menos cosas, pero lo digo en el buen sentido, es decir, ese desapego material. El dejar ir los objetos... Lo que me ocurre es que, de tanto mudarme, y la dificultad de encontrar un sitio sereno, con vecinos serenos, me da una lástima, a veces me entristece mucho no encontrar ese lugar de paz. Pero, aún cuando siento que me quedo sin fuerzas, recuerdo la Palabra del Señor, y me fortalece, y me ayuda a continuar. Y así, en lo chiquito, en lo sencillo, trato de dar, de hacer, algo, que quizás le ayude a alguien, a tener luz, a sentir luz, para que también pueda mantenerse a flote, como un eco que repite el amor del Señor, que le llegue, que se escuche aquí y más allá. Le agradezco que escriba cosas tan bellas, tan profundas, tan del corazón, ayudan muchísimo.
ResponderEliminarSé que hay seres que han hecho y hacen cosas gigantes, maravillosas, y eso es genial, por mi parte, yo le pido al Señor que me permita lograr lo que desee que yo pueda hacer para cumplir Su Voluntad. Que quizás, en mi humilde quehacer cotidiano, una luz extraordinaria pueda ayudar, no sé cómo explicarlo.. Bueno, ojalá muchos seres puedan sentir mucho amor, en lo que hacen, en quienes los rodean, con los que se crucen por el camino, a donde estén, a donde vayan. Le doy gracias al Señor que me da paz, me ayuda a volver mi mirada en Él. Y estas reflexiones que usted escribe son muy interesantes, porque hacen que uno recuerde retomar y mantenerse en el camino del Señor. ¡Tenga usted un día muuuy bonito! ¡Saludos cordiales!
Le acerco un video interesante:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=0I_ULFmuJUw
Si puede ponerlo para que se vea bien despacio (puede que para ello requiera quitarle el audio), tanto mejor (En el icono de configuración del video -el dibujo de la tuerquita-, en "velocidad de reproducción", recomiendo ponerlo en 0.5 para apreciarlo relajadamente).
En el video se ve como, más allá de las densas nubes que recubren la tierra, en un día de muchísima niebla, allá en lo alto del cielo se ve la belleza de la luz del sol, que va iluminando un precioso paisaje de sierras que antes no se podían ver por como estaba el clima.
La belleza del más allá.
Como dato curioso, quien subió el video tiempo atrás había logrado hacer su casa partiendo de un container:
https://www.taringa.net/+hazlo_tu_mismo/como-construi-integramente-mi-casa-container_tw4wr
Fue tal el asombro y la buena onda que generó la explicación del paso a paso de esta pareja, que muchos se animaron a intentar construir su propia casa.
Qué lindo cuando se expande el entusiasmo! Cuando se superan las dificultades y en el hacer uno ayuda a que otros puedan ver lo que ni se imaginaban que se podría llegar a hacer! Con ganas y buena vibra!
Saludos!