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martes, 29 de septiembre de 2009

Con los ángeles y arcángeles cantamos el himno de tu gloria


Fiesta de los Santos Arcángeles, San Miguel, San Gabriel y San Rafael
Daniel 7, 9-10.13-14
Sal. 137
Jn. 1, 47-51

‘Con los ángeles y con los arcángeles, y con todos los coros celestiales cantamos el himno de tu gloria…’Así proclamamos en el prefacio uniéndonos a la alabanza de toda la creación. Iniciamos así ese cántico de alabanza y acción de gracias en el momento cumbre de la Eucaristía, cuando por Cristo, en Cristo y con Cristo en la unidad del Espíritu queremos dar todo honor y gloria al Padre del Cielo.
Hoy celebramos a los santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Con ellos hoy queremos cantar la alabanza del Señor. En ellos se ha complacido de manera especial Dios en su creación. A ellos ha confiado misiones especiales en medio de toda la creación al tiempo en que se convierten en algo así como trasmisores de la obra y gracia salvadora de Dios para nosotros los redimidos.
Signos de gracia y mensajeros divinos que al contemplarlos, recordarnos y celebrarlos son como nuestros aliados que nos ayudan en nuestra lucha contra el mal, en trasmitirnos lo que son los planes de Dios y al tiempo que presentan nuestras oraciones ante Dios nos hacen llegarla medicina de la gracia que nos fortalezca y nos cure en este camino de la vida.
‘¿Quién como Dios?’ es el grito de Miguel – eso significa su nombre – en su lucha contra el dragón maligno arrojándolo al abismo, como nos lo describe el Apocalipsis y algunos textos de las profecías del Antiguo Testamento. Es nuestro mejor aliado en nuestra lucha contra las tentaciones, contra el mal y contra el pecado. ‘¿Quién como Dios?’ tiene que ser nuestro grito porque es nuestro único Dios y Señor y a nadie más adoraremos sino al Señor. No nos dejemos embaucar por el padre de la mentira.
‘Yo soy Gabriel que sirvo en la presencia de Dios… he sido enviado a hablarte para darte esta Buena Noticia…’ le dice el ángel de Dios a Zacarías en el templo a la hora de ofrecer el incienso. Fue también el mensajero divino que con semejantes palabras habla al profeta Daniel en el Antiguo Testamento. Y así anuncia a María el misterio inconmensurable de Dios que viene a encarnarse en sus entrañas para ser Emmanuel, Dios con nosotros, que nos trae la salvación.
¡Cuántas veces sentimos en nuestro corazón a ese mensajero divino que nos habla allá en lo más hondo de nosotros mismos para anunciarnos los planes de Dios en nuestra vida. Ojalá no nos hiciéramos sordos a su mensaje y así realizáramos esos proyectos de Dios que son siempre proyectos de amor y de salvación.
‘Yo soy Rafael, que estoy al servicio de Dios… uno de los siete santos ángeles que presentamos las oraciones de los justos ante el Señor…’ Rafael, compañero de camino del joven Tobías, que libera de los peligros de los caminos, que le hace encontrar la medicina de Dios contra las asechanzas del maligno y que abrirá los ojos a la luz al anciano Tobías.
Celebraremos dentro de unos días a nuestro Santo Ángel de la guarda que nos acompaña a cada uno de nosotros en nuestra vida. Pero hoy celebramos a Rafael; que él inspire toda obra buena y esté siempre junto a nosotros para que hagamos lo bueno, para que desborde de nuestro corazón la misericordia porque, como le decía al revelarse a Tobías, ‘mejor es dar limosna que acumular tesoros, pues la limosna libra de la muerte y limpia de todo pecado; los que practican la misericordia y la justicia serán colmados de felicidad’.
Que ese sea el hermoso mensaje que recibimos en la celebración de los Santos Arcángeles que tan significativos son para nuestra vida cristiana. Además tengamos en cuenta que san Miguel es patrono de alguna de nuestras islas y de nuestros pueblos, y por otro lado san Rafael es especial protector de los Hogares de nuestras Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Que nos acompañen siempre en los caminos que nos conduzcan a la vida y la salvación.

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