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jueves, 21 de diciembre de 2017

Que la fe de María nos ayude a vivir el amor de una autentica navidad yendo de verdad al encuentro de los demás

Que la fe de María nos ayude a vivir el amor de una autentica navidad yendo de verdad al encuentro de los demás

Cantar de los Cantares 2,8-14; Sal 32; Lucas 1,39-45

‘Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá’. Fue la alabanza de Isabel a María. Había venido desde la lejana Galilea al enterarse que su prima esperaba un hijo. Todo fueron parabienes y alegría a la llegada a la casa de Zacarías e Isabel en la Montaña. La sorpresa de un visita inesperada, la llegada de una ayuda en momentos importantes en la vida de aquella familia de ancianos en una cercana maternidad, pero era algo más grande lo que sentía en su corazón Isabel. Quien llegaba a ella no era solamente la prima que venia de la lejana Galilea sino que allí ella estaba reconociendo a la madre de Dios.
‘¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?’ En cuanto el saludo llegó a sus oídos con la presencia de María todo fueron saltos de alegría. Alegría de Isabel por la llegada de María, pero la alegría se sentía también en su seno donde la criatura daba saltos de alegría. Isabel se llenó del Espíritu Santo, por eso podía reconocer lo que también sucedía en María; era la madre de su Señor porque María portaba ya en su seno al Hijo del Altísimo.
E Isabel alaba la fe de María. ‘¡Dichosa!’, le dice. María había creído en el Misterio que se desarrollaba en ella. Dichosa se sentía Isabel por poder participar también de aquella misma fe y de aquella misma alegría, porque era la alegría para todo el mundo.
Es importante la fe en estos momentos. Tenemos que testimoniarla. Y no podemos perder de vista la fe en estas celebraciones que vivimos en estos días; no podemos perder de vista el misterio que celebramos. Muchos lo olvidan, tratan incluso de disimularlo, transforman estas fiestas que tienen su razón de ser en el nacimiento del Hijo de Dios en Belén en otra cosa. Algunos se refugian tras muchos artilugios que disimulen u oculten la navidad cuando en estos días se cruzan felicitaciones. Hoy mismo ha aparecido la noticia de quien felicita la navidad y en las imágenes del video que ha hecho público en lugar de aparecer el signo de la navidad, simplemente ha puesto una plantita. ¿Qué es lo que está ese personaje felicitando?
Nos decimos muchas cosas hermosas estos días, deseamos la paz y la felicidad y no sé cuantas cosas más. Es cierto que tenemos que desear la paz y que todos seamos felices, pero eso todos los días del año, no solo en estas fechas. Quizá haya mucha solidaridad estos días y repartimos abrazos, compartimos con los que no tienen, nos acordamos de los que no están, hacemos muchos encuentros familiares, pero a alguien le escuchaba preguntarse que quedará de todo eso después del seis de enero. ¿Al día siguiente ya no nos deseamos la paz, nos olvidamos de ser solidarios, no nos acordamos de los que no tienen donde cobijarse o qué comer, ya no necesitamos de ese calor familiar?
Todo eso, es cierto son valores muy importantes y son valores que nos enseña Jesús en el evangelio. Pero ¿qué lugar está ocupando Jesús de verdad en nuestra vida en estos días que celebramos navidad y en todos esos buenos deseos? No nos suceda que queramos hacer todas esas cosas sin Jesús.
Por eso decía que es importante que tengamos en cuenta nuestra fe en todo esto que celebramos estos días. No olvidemos que celebramos que Dios viene a nosotros, quiere ser nuestro Emmanuel, y en El es donde podremos encontrar todo el sentido y toda la fuerza que necesitamos para construir esa paz, para vivir una autentica solidaridad, para que los lazos familiares se anuden fuertemente y no se vuelvan a romper. Que sea en verdad Jesús el centro de toda nuestra vida, de todo lo que hacemos, y de nuestras celebraciones de Navidad para que haya una verdadera Navidad.

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