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martes, 28 de julio de 2009

Jesucristo, Tienda del Encuentro de Dios con nosotros

Ex. 33, 7-14; 34, 5-9.28
Sal. 102
Mt, 13, 36-43

Moisés levantó la tienda de Dios… y la llamó Tienda del Encuentro’. Un lugar en medio del campamento que les hablaba continuamente de la presencia de Dios en medio del pueblo. Un día se habían creado un ídolo porque querían un dios que caminase delante de ellos. Olvidaban esa presencia permanente de Dios. La presencia de Dios que camina con su pueblo y nunca le abandona.
‘Cuando el pueblo veía la columna de nube a la puerta de la tienda, se levantaban todos y se prosternaban cada uno a la entrada de la tienda…’ nos detalla la fe del pueblo en la presencia de Dios en medio de ellos. ‘Señor Dios, compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad…’ se escucha la aclamación de la gloria del Señor. ‘Moisés al momento se inclinó y se echó por tierra. Y le dijo: Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque es un pueblo de dura cerviz; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya’.
Es maravillosa la experiencia de Dios de Moisés y su pueblo, que se nos manifiesta en la lectura del libro del Éxodo. Pero es imagen y tipo de lo que puede ser la experiencia de Dios, de su presencia, su amor y su misericordia que en Jesús nosotros podemos tener.
‘El Verbo se hizo carne y plantó su tienda entre nosotros’, escuchamos en el principio del evangelio de san Juan. Jesús es nuestra Tienda del Encuentro, es el Mediador entre Dios y los hombres. En su Cuerpo, en su Carne, en su Sangre, en su persona y en su vida nosotros podemos acercarnos a Dios como nadie lo había podido hacer en todo el Antiguo Testamento.
Jesús es el Emmanuel, el Dios con nosotros. Teniendo a Jesús, encontrándonos con Jesús, viviendo a Jesús, tenemos a Dios, nos encontramos con Dios, vivimos a Dios en los sacramentos, en todos y cada uno de los sacramentos, pero de manera especial en el Sacramento de la Eucaristía nosotros podemos así vivir a Dios. ¿Hay unión más íntima y profunda que la que podemos vivir en la comunión eucarística, cuando comulgamos a Cristo en la Eucaristía?
Y esa Tienda del Encuentro la tenemos permanentemente a nuestro lado en la presencia real y verdadera, sacramental y permanente de Cristo Eucaristía en el Tabernáculo, en nuestros Sagrarios. Aquí tenemos permanentemente a Cristo Eucaristía. No es un símbolo sino presencia real de Cristo. Aquí tenemos a Dios que nos espera, que nos escucha, que nos habla al corazón. Cristo Eucaristía, presencia permanente, alimento y viático para nuestro caminar, luz que resplandece para iluminar nuestras tinieblas, fuerza y vida que nos arranca de nuestra oscuridad y nuestra muerte.
Sepamos postrarnos ante esa presencia inmensa de Dios y adoremos a Cristo Eucaristía. Acudamos a nuestros Sagrarios, Cristo allí nos espera para caminar junto a nosotros.

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