Jesús nos dice que tenemos que estar vigilantes porque vendrán momentos de confusión porque en esas cosas espectaculares que nos anuncian no encontraremos la salvación
Filemón 7-20; Sal 145; Lucas 17,20-25
Aunque hoy parece que nos lo sabemos todo y pensamos que a nosotros
nadie nos engaña sin embargo en ocasiones vivimos en una ingenuidad que nos
hace dejarnos confundir con cualquier cosa que aparezca fuera de lo normal o
cualquier cosa que nos digan que si hacemos esto o lo otro no se cuantas veces
vamos a conseguir suerte y no sé cuantas cosas milagrosas; decimos que no nos
lo creemos, pero por si acaso que me cuesta hacer eso que me piden y total al
final quedaremos igual.
Ya hoy todo el mundo se manifiesta no creyente o agnóstico, porque
parece que eso de está de moda, pero luego creemos en cualquier superstición
que nos presenten como milagrosa o nos dejamos influir por no sé qué
espiritualidades que aparecen por aquí o por allá y ante la novedad enseguida
lo vemos como cosas maravillosas en las que comenzamos a creer o, al menos, dejarnos
influenciar. Hemos sido cristianos de toda la vida, no hemos cultivado nuestra
fe ni nuestra propia espiritualidad cristiana pero enseguida nos vamos tras
cualquier corriente de pensamiento, porque ahí, si decimos, que encontramos
algo espiritual que nos eleva y nos hace ser distintos.
Creo que estamos en momentos de gran confusión. Ahora quizá se resalta
más esa confusión porque con los medios de comunicación que tenemos cualquier
cosa se desparrama por el mundo en un instante, pero creo que en todos los
tiempos históricos siempre ha habido momentos de gran confusión. Hoy como decíamos
con los medios de comunicación que tenemos se crean redes de manipulación o de
extensión de esas confusiones.
¿Quién que utilice las redes sociales del momento no ha recibido más
de una vez no se cuantas cadenas que nos prometen milagros mil, imágenes de
tipo religioso que esconden detrás muchas cosas raras, o que nos ofrecen nuevas
visiones de las cosas, nuevos enfoques que además nos piden que los
divulguemos? Tras muchas frases bonitas muchas veces se nos ofrecen, incluso
con un cariz religioso, pensamientos que entran en profunda contradicción con
el pensamiento de un cristiano; con aquella imagen sugerente, con aquellas
palabras bonitas nos dicen cosas muy dispares y que si no las razonamos bien
pueden entrar en confusión y contradicción con nuestra fe cristiana.
Por algo Jesús nos dice que tenemos que estar vigilantes porque vendrán
momentos de confusión. Nos dirán que está aquí o está allí, pero El nos dice
que el Reino de Dios está dentro de nosotros. Nos hablaran de cosas
espectaculares, de milagros y hechos extraordinarios, pero nos invita que no
nos dejemos confundir. ‘El reino
de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí;
porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros… Si os dicen que está
aquí o está allí no os vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un
horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día’.
Es en el evangelio que Jesús
nos ha anunciado en lo que tenemos que creer. Lástima que los cristianos
primero nos dejemos arrastrar por esas cosas que nos crean confusión antes que
ponernos a escuchar el evangelio en nuestro corazón. Queremos todos dar
opiniones, queremos que las cosas sean de una forma o de otra y expresamos
nuestros gustos, que muchas veces son escaquearnos de la radicalidad y
exigencia del evangelio. Dejémonos conducir por el Espíritu de Jesús y
mantengamos nuestra fidelidad aunque muchas veces nos cueste o nos parezca que
se nos hace cuesta arriba. Siempre la Pascua en toda su amplitud va a estar
presente en nuestra vida.
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