A los pies de la cruz de ese calvario habrá siempre una tumba vacía, porque quien murió en esa cruz vive, ha resucitado, y para todos ha llegado con El la victoria del amor y de la vida
Hay una tradición en mi tierra en torno al tres de mayo se sigue celebrando con gran fervor por parte del pueblo la festividad de la Cruz. Todos sabemos que la gran fiesta de la exaltación de la Cruz es el 14 de Setiembre, que en precisamente en torno a cuya fiesta se celebran las fiestas de ‘los Cristos’ por diferentes lugares de nuestra geografía.
Pero el tres de mayo ha calado hondo en nuestras gentes, que fue en su momento la celebración del encuentro de la Cruz – se le decía la invención de la cruz desde el sentido de la palabra latina – que por otra parte en nuestra tierra está en cierto modo unido a los primeros años de las conquistas castellanas de nuestra tierra con la fundación de algunas ciudades que llevan el nombre de la Cruz en esa misma fecha.
Hondo sentido religioso cuando los caminos de nuestros pueblos están tachonados de cruces que al mismo tiempo pueden ser recuerdo de parte de nuestra historia. Capillas de cruz que incluso se ponían como centro de muchas de las fincas o haciendas que de alguna manera daban vida a los pueblos, o cruces como recuerdos perennes y permanente de momentos de la historia, en muchos casos duros por accidentes o por muertes violentas o no acaecidas en esos lugares.
No podemos borrar por otra parte de un plumazo, como algunos pretenden con otros muchos momentos de nuestra historia, esos recuerdos que han permanecido ahí permanentes en la memoria histórica de nuestros pueblos.
Estos días se adornan las cruces de nuestros caminos y muchas casas abren las puertas de sus hogares para mostrarnos aquella cruz celosamente guardada y que este día merecen un especial aguinaldo. Aunque las memorias y recuerdos sean duros sin embargo se hacen siempre en son de fiesta y alegría, porque en el fondo aunque muchas veces no nos demos cuenta estamos dándole el verdadero significado pascual que la cruz ha de tener en nuestra vida.
Es la celebración de la vida misma, podríamos decir, que siempre está unida a la cruz, porque nunca en la vida falta el dolor y el sufrimiento. Así nació la localización de esas cruces en nuestros pueblos, así queremos expresar lo que es la vida misma con sus tintes negros de dolor, pero desde un sentido pascual lo hacemos entre sones de fiesta y alegría. Es de alguna manera reconocer que esos momentos de la vida, en todos los momentos de la vida, también en esos momentos duros de la vida hay un paso de Dios que siempre es paso salvador.
El cristiano tiene que manifestarse siempre como hombre de esperanza, porque detrás siempre estaremos viendo brillar la luz. Y cuando contemplamos la cruz, aunque en estos días de su celebración y su fiesta normalmente está despojada del cuerpo de Cristo en ella crucificado, nunca olvidamos el sentido de esa cruz para nosotros, porque significa un paso de Dios, un paso de salvación, un paso de vida, porque siempre detrás veremos los resplandores de la resurrección. A los pies de la cruz de ese calvario habrá siempre una tumba vacía, porque quien murió en esa cruz vive, ha resucitado, y para todos ha llegado con El la victoria de la vida.
Ojalá no olvidemos nunca ese sentido pascual de la cruz y que ahí nuestra fiesta de la cruz tenga hondo sentido.
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