Seamos
capaces de envolvernos y empaparnos de esas nuevas actitudes para que el amor
sea en verdad nuestra identidad con todas sus consecuencias
Daniel 9, 4b-10; Salmo 78; Lucas 6, 36-38
El marco de vida que nos rodea podemos
decir, y valga la redundancia de palabras, enmarca el sentido o el valor de
nuestra vida; el mundo en medio del cual hemos crecido va a marcar las
diferencias de nuestra vida; y cuando digo el mundo, digo principalmente la
familia que nos ha educado, que nos ha trasmitido unos valores, que nos ha
enseñado a vivir desde lo que en la propia familia se vive va marcando nuestra
manera de ser, va trazando esa senda de valores por la que va a transcurrir
nuestra vida, nos da nuestra propia idiosincrasia.
Decimos la familia, pero decimos también
el ambiente en el desarrollamos nuestra vida, esa sociedad en la que vivimos,
ese lugar de nuestros estudios o nuestra formación que no solo académica, los
valores de esa sociedad en la que estamos y así mil influencias más que vamos
recibiendo y de alguna manera van modelando nuestra vida. Es importante esto
para conocernos, es importante para nuestro verdadero crecimiento y maduración,
es importante también que nos conozcamos para ver aquello que podemos retocar o
podemos mejorar.
Pero vayamos al grano. Nos llamamos
cristianos, como cristianos hemos crecido bajo la influencia de una familia
donde fuimos educados en esa fe y estilo de vida, podemos hablar de nuestra
pertenencia a la Iglesia y de una sociedad que nos rodea que en parte se dice
cristiana, fundamentada en principio en los valores del evangelio; en el camino
y desarrollo de nuestra fe estamos envueltos también por una serie de
experiencias religiosas, que también forman parte de esa cultura cristiana.
Y cuando hemos querido hacer más explícita
nuestra fe nos hemos ido alimentando en muchas cosas que se nos han ofrecido
para esa vivencia del evangelio y sus valores. Nos decimos además creyentes en
un Dios que es Padre y que es amor que con ojos de fe seremos conscientes cómo
de mil maneras nos regala. Algo tendría entonces que manifestarse en nuestra
vida, en nuestra manera de ser y de actuar, en un estilo y en un sentido de
vida.
Ahora estamos haciendo este camino
cuaresmal como preparación a la vivencia y celebración de la Pascua y cada día vamos
recibiendo el regalo de la Palabra de Dios, de la Palabra de Jesús que desde el
evangelio nos va alimentando. Podríamos decir que hoy nos está señalando ese
marco en el que tiene que moverse nuestra vida, nuestras relaciones con los
demás, la respuesta que tenemos que ir dando.
Se nos están dando los rasgos más características
de nuestra identidad cristiana. Y todo partiendo de algo muy fundamental,
creemos en Dios que es Padre misericordioso y compasivo que continuamente nos
está regalando su amor. Es la fuente de la que bebemos, es lo que tiene no solo
que envolver sino empapar totalmente nuestra vida. Es lo que va marcar las
diferencias de nuestra vida en relación al mundo que nos rodea, lo que en
verdad tiene que identificarnos. El amor, fraterno, generoso y universal, que
se hace comprensión y que se hace perdón.
Así nos dice hoy Jesús en el evangelio.
‘Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso’. Y cuando
empapamos nuestra vida de esa misericordia de Dios que se hace misericordia en nosotros,
no caben los juicios ni las condenas, no cabe otra cosa que la generosidad y el
darnos y gastarnos por los demás, no puede haber mejor sentimiento en nuestro corazón
que la compasión con las debilidades de los demás, porque nosotros estamos
sintiendo esa compasión de Dios con nosotros, el perdón será el mejor sello que
una los corazones por muchas que sean las heridas y las rupturas. Y cuando
vamos actuando así, nos sentiremos cada vez más llenos de amor porque se
volverá sobre nosotros como un torrente inmenso que todo lo inunda de nueva
vida.
Muchas pueden ser las influencias que
recibamos de un lado y de otro, pero algo tiene que ser primordial en nuestra
vida que nos da verdadera identidad. ¿Seremos capaces de envolvernos y
empaparnos de esas nuevas actitudes para que el amor sea en verdad nuestra
identidad?
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