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lunes, 14 de octubre de 2024

tenemos que fundamentar nuestra fe en Jesús para llenarnos de su amor

Todos buscamos o queremos milagros. Queremos que las cosas nos salgan siempre bien y sobre todo cuando nos aparecen aparecen problemas deseamos que todo se solucione lo más pronto y ahí enseguida estamos esperando el milagro, por ahí van nuestras súplicas,es lo que enseguida pedimos a Dios y poco menos que parece que queremos ponerlo a prueba todo.
Si sabemos que algo extraordinario ha sucedido en alguna parte y nos parece milagroso allá vamos corriendo para ver el milagro. Tenemos nuestros santuarios que consideramos muy especiales o nuestras imágenes milagrosas de nuestra especial devoción porque esta virgen o este santo es más milagroso que el del pueblo de al lado, y asi andamos de acá para allá.
No nos extrañe pues lo que hoy escuchamos de que reclama la gente de su tiempo reclama a Jesús al que que estaban pidiendo signos y milagros continuamente porque nosotros andamos también de alguna manera semejante. ¿Por qué buscaban a Jesús? ¿solamente por los milagros? ¿Donde fundamentamos nuestra fe? También buscamos pruebas, cosas extraordinarias, milagros. ¿No tendríamos que atender más a lo que hoy nos dice Jesús en el evangelio?
Les recuerda Jesús aquel hecho del antiguo testamento del profeta Jonás y nos dice que el hijo del hombre es ese signo también para nosotros hoy. Les recuerda lo que aquella reina del sur que vino en busca de la sabiduría de Salomón y ahora les dice Jesús que allí hay alguien que es más grande que Salomón. Pero no son capaces de ver de descubrir la sabiduría que hay en Jesús, de descubrir el signo que Jesús con su presencia en medio de los hombres del Dios que nos ama. Tenemos que ser al menos como aquella gente sencilla que era capaz de reconocer que nadie había hablado como Jesús, que buscaban a Jesús porque querían escucharle, que sentían que sus palabras eran palabras de vida que les llenaban de esperanza, ¿será así como nosotros contemplamos el Evangelio? ¿escuchamos el Evangelio? ¿Sabremos apreciar la sabiduría del Evangelio??
Hoy nosotros podemos ver claro el signo de Jonás se ha realizado en Jesús porque así como jonas estuvo en el vientre del cetáceo y luego volvió a la vida contemplamos al que murió y fue sepultado pero resucitó. Es el gran signo de nuestra fe, la resurrección de Jesús. Nos está manifestando todo lo que es el amor grande que Dios nos tiene que nos ha entregado a Jesús para nuestra salvación, que murió por nosotros a la cruz pero vive para que nosotros tengamos vida. Y es ahí en ese amor de Dios donde tenemos que en verdad fundamentar nuestra fe contemplando a Jesús muerto y resucitado por nosotros.
Necesitamos purificar nuestra fe, para buscar de verdad a Jesús para dejarnos inundar por su Evangelio, para descubrir su sabiduría para llenarnos de su amor.

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