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sábado, 3 de mayo de 2025

Jesús no solo nos señala el camino sino que El mismo se hace camino para que por El vayamos al Padre, siendo también nuestro compromiso de ser camino para los demás

 


Jesús no solo nos señala el camino sino que El mismo se hace camino para que por El vayamos al Padre, siendo también nuestro compromiso de ser camino para los demás

1Cor. 15, 1-8; Sal. 18; Jn. 14. 6-14

Me vienen a la memoria dos hechos que podríamos llamar anécdotas de viaje en dos ocasiones distintas y también en distintas ciudades en que en un momento determinado me encontré perdido sin encontrar en un caso la salida de la ciudad y en el otro caso el lugar a donde me dirigía; en un caso un señor amablemente nos explicó detalladamente las vueltas que teníamos que dar, los cruces que nos íbamos a encontrar, las direcciones en cada cruce que debíamos tomar; tuvo que repetírnoslo varias veces porque era difícil recordar tantos datos como nos estaba suministrando. En la otra ocasión encontrándome perdido también, al pedir ayuda a alguien que me encontré, como según me decía iba a ser difícil que recordara todas las indicaciones se ofreció a subirse conmigo en el coche para hacer un trecho de ese camino dejándome a las puertas del lugar a donde me dirigía; el guía, podíamos decir, hizo camino conmigo, se hizo camino para que yo encontrará la meta.

¿No será eso lo que nos está diciendo hoy Jesús en el evangelio? Había venido como Palabra de Dios que plantaba su tienda entre nosotros; con su Palabra había ido desgranando en sus enseñanzas y en sus palabras todo lo que tenía que ser nuestra vida para que llegáramos a vivir el Reino de Dios; pero no se redujo solo a enseñarnos de palabra sino que hizo camino con nosotros; las señales del Reino de Dios que tan maravillosamente nos describe en las parábolas y en todas sus enseñanzas las vemos palpables en los signos que iba realizando, que no eran solo los milagros sino que era toda su vida, su cercanía y su ternura, su presencia y su caminar con nosotros.

Por eso  hoy nos dirá en el evangelio que es el Camino. ‘Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida. Nadie va al Padre sino por mi’. Se puso en camino con nosotros, se hizo camino para nosotros; nos ofrece la verdad de la salvación, El es la Verdad que nos salva; nos ofrece el alimento de su vida, ‘yo soy el Pan de vida’ nos dirá, se hace alimento y vida para nosotros, es nuestra vida porque seguirle es vivirle a El.

Por eso nos podrá decir que verle a El es ver a Dios; el rostro de Dios decimos tantas veces recordando que lo que es el amor y la misericordia de Dios se manifiesta en Jesús. El ha sido la revelación de Dios, porque ‘nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar’, por eso ante la pregunta de los discípulos diciéndole que les muestre al Padre, que les muestre a Dios, nos dirá simplemente que le miremos a El, ‘quien me ve a mí, ve al Padre’. El no hace otras cosa que las obras de Dios, las obras del Padre. Por eso es tan importante que en El pongamos toda nuestra fe.

Será todo lo que va a motivar nuestra vida; la fe que mueve montañas, como nos diría en alguna ocasión, es la fe que va a mover nuestra vida, que va a transformar nuestra vida, que va a hacer que nuestra vida sea distinta. ¿No decíamos que Jesús es la Vida? Pues nuestra vida ya no puede ser otra cosa desde que decimos que tenemos fe en Jesús, que vivir su vida.

Como Jesús nosotros también tenemos que hacernos camino. Es el evangelio que tenemos que trasmitir, que anunciar. Lo haremos con nuestras palabras, pero tenemos que hacerlo con el signo de nuestra vida. Quienes nos ven tendrían que verse motivados a creer, motivados a algo nuevo que estarán viendo en nosotros, motivados a vivir de forma distinta queriendo acercarse a Jesús. Pero ¿estaremos siendo en verdad esos signos para el mundo que nos rodea? Una pregunta importante para reflexionar, para revisarnos, para dejarnos transformar por esa fe, para que nos convenzamos de verdad que tenemos que realizar una conversión de nuestra vida.

No lo olvidemos porque seguimos a Jesús que es camino, nosotros también tenemos que hacernos caminos para los demás, para ese mundo que nos rodea. Tremendo compromiso.

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