martes, 18 de octubre de 2022

Allí donde estemos tiene que aparecer ese espíritu misionero que ha de haber en nosotros desde que creemos en Jesús, así que pongámonos en camino

 


Allí donde estemos tiene que aparecer ese espíritu misionero que ha de haber en nosotros desde que creemos en Jesús, así que pongámonos en camino

2Timoteo 4, 10-17b; Sal 144; Lucas 10,1-9

Ponerse en camino… es fácil decirlo, pero uno se lo piensa. ¿A dónde vamos? ¿Con qué contamos para el camino? ¿Sabremos hacer el camino? ¿Quién nos acompaña? ¿Tendremos fuerzas para llegar a la meta que nos proponemos? Y comenzamos a darle vueltas y vueltas, queriendo prepararlo todo, tenerlo todo bien atado para que nada nos falle, para que no fracasemos. ¿Será aquello de quien quiere levantar una torre primero tiene que ver si tiene las posibilidades de acabarla? ¿Tendremos que andar con esos cuidados antes de ponernos en camino?

Solo los arriesgados se lanzan poco menos que a ciegas, porque quieren la aventura. Están los deseos de llegar a otros sitios y conocer otros lugares y otras personas; está la curiosidad de lo que está más allá y ahora permanece oculto pero que podemos conocer; estará también la voluntad de querer llevar lo que somos, lo que tenemos, lo que es nuestra vida para que quienes están más allá puedan conocernos o conocer cuales son los ideales que podamos tener en la vida.

¿Nos atreveremos a ponernos en camino? De alguna manera en la vida siempre andamos en camino, conscientes o no, siempre estamos queriendo ir a otro sitio, encontrarnos con otras personas, conocer lo que hay mas allá; y entramos en relación con las personas que nos vamos encontrando en el camino, y vamos aprendiendo unos de otros… estamos poniéndonos en camino de una forma o de otra.

Pero nos estamos haciendo todas estas consideraciones porque hemos escuchado hoy en el evangelio que Jesús nos pone en camino. Pero, tremendo desconcierto; Jesús rompe de alguna manera nuestros esquemas, porque nos dice que no llevemos nada para el camino, lo imprescindible para caminar; que no andemos buscando previamente donde quedarnos, sino allí donde vamos nos tenemos que dejar acoger por quien nos abra las puertas de su casa y comer lo que tengan y nos pongan. Pero sí nos dice que no es un camino cualquiera el que vamos a hacer, porque vamos a llevar un mensaje, vamos con unas actitudes nuevas en nuestro corazón porque es un mensaje de paz el que hemos de llevar, porque con nuestras actitudes, con nuestra manera de actuar estaremos haciendo presente el Reino de Dios.

Esa es la maravilla de este texto del evangelio, de este envío que nos hace Jesús. Ponernos en camino. Y tenemos que llevar la paz, aunque nos encontremos un mundo en guerras y divididos; tenemos que ir con disponibilidad del corazón y espíritu abierto para dejarnos acoger, pero también para ir de un sitio para otro si en algún lugar no nos reciben bien pero nunca con resentimientos en el corazón y siempre con el anuncio claro de lo que vamos a llevar, el anuncio del Reino de Dios.

Decíamos que en la vida estamos siempre de camino, ¿pero seremos conscientes del envío que nos hace Jesús y de lo que en cada momento tenemos que hacer? Nos ponemos en camino para tantas cosas, curiosidades como decíamos antes, o chismorreos los unos de los otros que más bien crean división y no fomentan la paz. Tenemos que ser conscientes de que allí donde vamos, allí donde estamos siempre hay una misión que cumplir, un anuncio que hacer, un testimonio que dar.  Cuánto de bueno podríamos estar haciendo en cada momento si fuéramos más conscientes de lo que es nuestra misión como cristianos en medio del mundo.

Allí donde estás, en los ambientes en que te mueves, con los vecinos con los que convives cada día, ¿no tenemos un anuncio que hacer? ¿Dónde está el espíritu misionero que desde que creemos en Jesús siempre tiene que haber en nuestra vida?

1 comentario:

  1. ¡Ah! ¡Creo que ahora entendí lo que me venía inquietando! Venía charlando diciendo: pero es que no me siento identificada con la gente a donde voy (soy de trasladarme seguido a diferentes sitios). Pero es que no me daba cuenta de eso! De comer de lo que me dan, de aceptar el recibimiento que me dan, sean como sean, si es que lo hacen con respeto. Y es que pueden no ser tal cual como me los imaginaba, sino que son como son, como han sido moldeados por la vida y lo importante es lo que llevan en su ser, si es luz, más bien prestarle atención a eso y no lo externo. Gracias! Este texto me ha sido de gran ayuda!! Bendiciones!

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