sábado, 21 de septiembre de 2019

También hoy nos dice Jesús ‘cuento contigo’ invitándonos a seguir sus pasos para vivir y anunciar la Buena Nueva



También hoy nos dice Jesús ‘cuento contigo’ invitándonos a seguir sus pasos para vivir y anunciar la Buena Nueva

Efesios 4, 1-7. 11-13; Sal 18; Mateo 9, 9-13
‘Cuento contigo’, así cuando menos lo esperamos, sin haber pensado en tal posibilidad, llegó alguien a tu vida y te lo dijo. Así la sorpresa quizá en principio casi nos dejó sin respuesta. Alguien quería contar contigo. ¿Un proyecto nuevo? ¿Una tarea o responsabilidad a desempeñar? Unas nuevas posibilidades se abrían en la vida delante de nosotros cuando menos lo esperábamos. Ponían su confianza en nosotros, en nuestras posibilidades.  Y allí estaban esperando nuestra respuesta.
Puede que algo así nos haya sucedido en la vida y nos vimos verdaderamente sorprendidos porque no imaginábamos que alguien pensara en nosotros y quisiera contar con nosotros. Nos sentimos sorprendidos y quizá con miedo a la responsabilidad; ¿valdríamos nosotros para desempeñar tal tarea?, preguntas que se nos agolpaban en nuestro interior, pero quizá en el fondo sentimos alguna satisfacción, alguna alegría de que alguien quisiera contar con nosotros.
Por esa confianza que ponían en nosotros merecía una respuesta positiva aunque sintiéramos al mismo tiempo que grande era la responsabilidad. Con cierto temor y responsabilidad pero con alegría dimos el paso hacia delante. Experiencias así tenemos, seguro, en nuestra historia personal.
Lo escuchamos hoy en el evangelio. Mateo estaba en su garita de cobrador de impuestos en su tarea de cada día que no le era fácil en medio de aquel pueblo  hostil a lo que fuera pagar impuestos a los romanos. Todo transcurría con la normalidad de siempre si algunas trifulcas con los que tenían que pagar se puede llamar normalidad. Pasa un grupo por delante, pero el que parece líder del grupo se detiene y se dirige a él. ‘Sígueme’, le dice. Quiero contar contigo. El sabe que es Jesús, el profeta de Nazaret que por Galilea va recorriendo caminos y aldeas anunciando algo nuevo que llama el Reino de Dios. Ha oído hablar de sus enseñanzas, aunque quizá no le prestara mucha atención porque lo suyo era su negocio, su trabajo de recaudador, ha escuchado también de sus obras maravillosas, de sus milagros y sabe que la gente lo admira, que hay muchos que le siguen y ya tiene un grupo de incondicionales junto a él. Por su condición de publicano no se atreve, porque sabe lo rechazado que es por mucha gente, aunque también ha oído hablar de que Jesús acoge a publicanos y pecadores.
Se siente, es normal, sorprendido. Jesús quiere contar con El, que forme parte del grupo de los que le siguen, aunque ésta no es la normalidad de lo que está acostumbrado. Sus palabras más que una invitación parecen una orden. ‘Sigueme’, aunque su mirada es la del que invita, del que te dice que quiere contar contigo. ¿Qué hacer? ¿Se levantará de su garita y se marchará con El? Muchas cosas podían estar pasando también por su mente y su corazón.
Con decisión se levantó. Con decisión y con alegría, como apreciamos por lo que nos dice el evangelio. Celebró un banquete en su casa en el que Jesús estaba a la mesa con sus discípulos, aunque también estaban sus antiguos amigos. No importa ya lo que pensaran los demás, los comentarios de los fariseos y los escribas. Allí estaba la alegría de su decisión. El camino nuevo que emprendía siguiendo a Jesús. Formaría parte del grupo de los Doce y un día nos transmitiría escrito el evangelio de Jesús, esa Buena Nueva que a El le cautivó para seguirle.
Hoy celebramos a san Mateo, apóstol y evangelista, estimulo para nuestra respuesta y nuestro seguimiento del camino de Jesús. También nosotros nos dice Jesús, ‘cuento contigo’.

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