miércoles, 17 de julio de 2019

Caminemos con sencillez al encuentro con los demás para sentir el gozo y la ternura de los sencillos y los otros se puedan sentir igualmente a gusto con nuestra presencia


Caminemos con sencillez al encuentro con los demás para sentir el gozo y la ternura de los sencillos y los otros se puedan sentir igualmente a gusto con nuestra presencia

Éxodo 3,1-6.9-12; Sal 102; Mateo 11,25-27
Yo no sé ustedes, pero a mi me encanta estar con la gente humilde y sencilla. Se siente uno a gusto, te hacen saborear la cercanía y la ternura de las cosas pequeñas, de las cosas sencillas. Pero también digo que hay que saber tener ojos limpios para descubrir a esas personas que quizá nos pueden pasar desapercibidas, porque no serán nunca personas que busquen las apariencias, que busquen sobresalir, sino que calladamente van por la vida realizando pequeñas gestos, teniendo pequeños detalles que cuando los descubrimos nos daremos cuenta de la grandeza de esas personas e incluso de su sabiduría.
Sencillez y humildad que no está por si misma vinculada a ningún grupo social, sino que es el espíritu con que vivamos la vida cualquiera que sea nuestra condición. No porque tengamos más o menos medios, más o menos conocimientos, no porque estemos en una escala social determinada, sino que depende de nuestro corazón, de nuestras actitudes, de la humildad que pongamos en la vida.
Algunas veces nos cuesta porque nos puede aparecer la tentación al orgullo y creernos que todo nos lo sabemos. Qué sutil es la autosuficiencia que queremos disimular con la autovaloración que podamos hacer de nosotros mismos. El que valoremos nuestra dignidad e incluso reconozcamos los valores que hay en nosotros, no está en contra de ese espíritu de sencillez y de humildad con que hemos de manifestarnos.
Ojalá sepamos descubrir a tantos que con humildad y sencillez caminan a nuestro lado en la vida y sepamos, sí, aprender de su sabiduría siendo nosotros de la misma manera también sencillos y cercanos a los demás, sea quien sea. Es el espíritu con que hemos de saber vivir la vida y así podremos abrirnos mejor a los demás y a Dios. Es la humildad, repito, y humanidad que hemos de saber poner en el corazón.
Es lo que nos hace ver hoy Jesús en el evangelio. En su presencia en medio del pueblo, en su predicación y en la manera de acercase a todos se ha encontrado con gente que le acoge con sencillez, se admira de sus palabras y de los hechos que realiza, pero también ha encontrado oposición entre los que se creen poderosos o que pueden manipular a los demás a su antojo. Ahora como un desahogo que le sale de lo más profundo del corazón da gracias al Padre del cielo porque ha querido manifestarse a los que son pequeños y sencillos mientras los orgullos y se creen autosuficientes no han sido capaces de descubrir el misterio de Dios.
Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla’. Es la oración que brota de su corazón. Es la alabanza que también nosotros hemos de saber hacer, reconociendo las maravillas del Señor que cuando somos también nosotros sencillos y humildes se nos manifiesta en lo hondo de nuestro corazón.
María sintió que el Señor había realizado en ella obras maravillosas pero al mismo tiempo supo ser humilde para sentirse la esclava del Señor. Daba gracias a Dios por ello, por las maravillas que en ella realizaba, pero se siguió sintiendo la pequeña, la humilde esclava del Señor. En el reconocimiento de las maravillas de Señor y en su humildad al mismo tiempo le hizo salir con mayor rapidez de si misma para ir al encuentro de los demás, corrió hasta casa de su prima Isabel para servirla. Caminó humilde los caminos del Señor que le llevaban siempre al servicio, al encuentro con los demás.
Ha de ser también nuestro camino para abrirnos a los demás, para sentir el gozo de la presencia y la ternura de los sencillos que están a nuestro lado, pero para manifestarnos de la misma manera con otros haciendo que también se sientan a gusto con nosotros.


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