lunes, 2 de mayo de 2022

Jesús nos habla de buscar algo que sea en verdad fundamental para la vida, lo que en verdad alimenta nuestro espíritu para descubrir el sentido profundo de la vida

 


Jesús nos habla de buscar algo que sea en verdad fundamental para la vida, lo que en verdad alimenta nuestro espíritu para descubrir el sentido profundo de la vida

Hechos de los apóstoles 6, 8-15; Sal 118; Juan 6, 22-29

¿Dónde está Jesús? Lo buscan y no lo encuentran. Milagrosamente les había dado de comer pan en abundancia allá en el descampado; los discípulos cercanos a Jesús se habían marchado en barca rumbo a Cafarnaún, habían querido aclamarlo como rey pero se les había escabullido de las manos; a la mañana siguiente aprovechando unas barcas que habían venido de Tiberíades se dirigen de nuevo a sus casas, muchos a Cafarnaún y allí se encuentran con Jesús. No saben lo que ha pasado por medio, ellos no tienen noticia de lo que les había sucedido a los discípulos que lo habían visto caminar sobre el agua; por eso ahora se preguntan ‘¿Cómo has venido aquí?’

A veces no sabemos el desarrollo de los acontecimientos; suceden cosas que no comprendemos, pero tendríamos que buscarle su significado. En todo podemos encontrar un por qué pero también un signo que nos hable de algo más. Pero nos podemos cegar con nuestros intereses o nuestros prejuicios; aquello que nos pueda favorecer o aquello de lo que tenemos hecho de antemano un juicio o una apreciación, pero nos quedamos sin el verdadero significado. Somos demasiado literales. No terminamos de entender al poeta que nos habla con imágenes, ni al sabio que nos ofrece sus comparaciones para explicarnos las cosas y podamos llegar a entender hasta lo más profundo. Y es ahí donde tiene que haber una mente aguda, o una sintonía espiritual.

‘Maestro ¿Cuándo has venido aquí?’ le preguntan a Jesús. No sabéis leer las señales y por eso os equivocáis de camino, les viene a decir Jesús aunque emplea otra palabras. ¿Por qué me buscáis? ¿Habréis entendido lo que hice en el desierto cuando os dic pan en abundancia?  Ahora andáis interesados en el pan, en la comida material; qué bueno que nos la den así con tanta facilidad sin que tengamos que trabajar por conseguirla.

Bueno esos deseos son de todos los tiempos. Que nos den todo hecho, que para todo tengamos soluciones milagrosas; y hasta los políticos se aprovechan para ganar cotas de populismo, porque éste si es bueno que nos da dinero para todo y sin mucho trabajo tengamos de todo. Interesados los beneficiarios pero interesados los dirigentes que así quieren ganarse el puesto. Hoy todo son subvenciones y para todo. No es ayudarnos incentivándonos sino poniendo a nuestro lado la gallina de los huevos de oro.

Jesús les habla de buscar algo que sea en verdad fundamental para la vida. Por eso tenemos que saber leer los signos. No es el alimento perecedero el que tenemos que buscar que nos lo regalen, sino buscar lo que en verdad alimenta nuestro espíritu dándole profundidad a la vida, lo que nos hace soñar y aspirar a cosas grandes, nos haga crecer en esos valores que le den intensidad a la vida, o nos hagan transcendernos para que lleguemos a descubrir el sentido profundo de la vida.

Por eso con esos signos que va realizando Jesús tenemos que descubrir qué es lo que en verdad Jesús quiere ofrecernos; esos signos nos van a hablar del Reino de Dios y de cómo tenemos que vivirlo; esos signos tienen que ayudarnos a descubrir lo que son los caminos de Dios y lo que Dios quiere de nosotros.

‘En verdad, en verdad os digo, les dice Jesús: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios’. Ese alimento que es la sabiduría de Dios, ese alimento que nos hace escuchar a Dios, ese alimento que se nos manifiesta en la Palabra de Dios que Jesús nos trasmite.

¿Qué tenemos que hacer…? ‘Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?’  Siguen preguntándose. Y Jesús les dirá claramente: ‘La obra de Dios es esta: que creáis en el que Él ha enviado’. Es la fe que hemos de tener en Jesús y donde descubriremos toda esa Sabiduría de Dios.

 

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