sábado, 28 de octubre de 2017

Al celebrar la fiesta de los apóstoles recordemos a quienes han sido apóstoles, columnas de nuestra fe, por su testimonio y estímulo para nosotros a lo largo de la vida

Al celebrar la fiesta de los apóstoles recordemos a quienes han sido apóstoles, columnas de nuestra fe, por su testimonio y estímulo para nosotros a lo largo de la vida

Efesios 2,19-22; Sal 18; Lucas 6,12-19

Cuando queremos construir un sólido edificio nos preocupamos de preparar unos adecuados cimientos y una apropiada estructura de pilares y columnas que sean lo que conformará ese edificio dándole la adecuada solidez. No entro yo en aventuras constructivas además de dejar a los técnicos correspondientes que realicen su trabajo, pero la imagen nos vale para lo que es la construcción de nuestra vida.
A lo largo de nuestra existencia vamos teniendo unos pilares sobre los que nos vamos apoyando y que son los que nos van dando las pautas para el mejor desarrollo de nuestra vida. Serán nuestros padres en los que tendremos siempre el apoyo fuerte que necesitamos, pero al mismo tiempo en el camino de la vida vamos encontrando otros, llamémoslos así también, pilares que en las tareas educativas como nuestros maestros y profesores, o en el contacto diario con las personas con las que convivimos o por la situación social que desempeñan que van siendo también para nosotros esos puntos de referencia para la construcción de nuestra personalidad.
Todos recordamos sabios maestros que supieron inculcarnos los mejores valores, o personas que fueron ejemplo para nosotros y ya fuera con su testimonio, su imagen o también sus palabras y que los recordaremos siempre porque se convirtieron para nosotros en un espejo donde mirarnos y sentirnos estimulados en nuestro crecimiento personal. Esas columnas, esos apoyos, esos postes de dirección que hemos ido encontrando en la vida y que tanto bien nos han hecho.
Lo decimos también en el ámbito de la fe y de nuestro caminar cristiano. Cristo es la piedra angular, verdadero fundamento de nuestra fe y de nuestra vida. Pero Jesús quiso dejarnos unas piedras como cimiento y unas columnas que nos sirvieran de apoyo de referencia para el camino de nuestra vida cristiana.
Ya sabemos como a Pedro le dice que será piedra sobre la que se fundamentará su Iglesia y eso misión le confió de confirmar en la fe a sus hermanos a lo largo de la historia realizada en sus sucesores que en nombre de Cristo conducen el camino de la Iglesia. Junto a Pedro Jesús quiso constituir el Colegio Apostólico en los doce apóstoles que iban a ser ese cimiento y esos pilares en los que se edificara el edificio de la Iglesia.
Es lo que nos dice hoy el apóstol cuando litúrgicamente estamos celebrando la fiesta de dos apóstoles, san Simón y san Judas. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular’. Ahí lo tenemos claramente. De ahí la importancia de la celebración de la fiesta de los apóstoles, como hoy celebramos.
Recordamos nuestro fundamento, no olvidando que una de las características de la verdadera iglesia de Cristo es ser apostólica. A través de ellos recibimos el don de la fe, porque ellos fueron los primeros testigos de Cristo resucitado y como tales Jesús los envió por el mundo.
Creo que tendríamos que dar gracias a Dios por nuestra pertenencia a la Iglesia y en la comunión de fe y de amor que en ella vivimos nos sentimos alimentados y fortalecidos para nuestro camino y la misión que también hemos de realizar nosotros en medio del mundo.
Pero creo que también podríamos, tendríamos que recordar a aquellos que en nuestra vida personal hemos tenido como esas columnas, esos pilares de nuestra fe porque a través de ellos nos hemos alimentado, hemos aprendido los valores del evangelio, nos sentimos estimulados para nuestra entrega y nuestro amor.
Además de nuestros padres y familiares cercanos que nos educaron en la fe cristiana, hemos recibido mucho de los sacerdotes que hemos conocido en la vida, de los catequistas que nos ayudaron y nos instruyeron, de esas personas que en nuestra comunidad concreta han sido ejemplo y estimulo para nuestra vida; seguro que cada uno de nosotros podríamos hacer una hermosa lista de esas personas a las que tendríamos que estar tan agradecidos por lo que de una forma o de otra nos ayudaron a mantener viva la llama de nuestra fe.
Han sido apóstoles para nosotros y discípulos fieles, testigos de una fe que con su testimonio han iluminado nuestra vida, verdaderas columnas en que apoyarnos y que contemplando su testimonio han sido para nosotros estímulo y también fuerza de gracia para nuestro caminar. Demos gracias a Dios por todos ellos.

1 comentario:

  1. as que nos ayudaron y nos instruyeron, de esas personas que en nuestra comunidad concreta han sido ejemplo y estimulo para nuestra vida; seguro que cada uno de nosotros podríamos hacer una https://datafellows.net/vocacion-profesional-concepto-e-importancia-en-cifras/

    ResponderEliminar