miércoles, 5 de septiembre de 2012


Se siguen manifestando los signos del Reino de Dios
1Cor. 3, 1-9; Sal. 32; Lc. 4, 38-44

Se seguían manifestando los signos del Reino de Dios con la presencia de Jesús. En la sinagoga no sólo le oímos enseñar a la gente sino que al expulsar el demonio inmundo de aquel hombre se nos manifestaba la liberación total que Jesús quiere realizar en nuestra vida. Ahora serán otros signos en los milagros y curaciones que va realizando.

Será primero la suegra de Pedro que está en cama con fiebre y hasta la que llega Jesús para levantarla y sanarla; luego serán muchos enfermos, de toda clase de enfermedad, los que acudan a la puerta al caer la tarde - cuando ya pasara el descanso sabático - y todos serán curados. 

El signo está en esa curación que Jesús va realizando como señal de la vida que Jesús quiere que tengamos, pero el signo está también en la manera cómo se acerca Jesús a los enfermos o deja que los enfermos se acerquen a él. Se dirigió directamente a la suegra de Pedro que estaba en cama con fiebre y la levantó. Luego le traerán muchos enfermos ‘y El, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando’. No son seres anónimos e impersonales los que acuden a Jesús y Jesús los cura. A cada uno en particular, podíamos decir, Jesús se acerca, lo levanta con su mano o le impone las manos. Cada uno desde su situación acude a Jesús, y a cada uno en particular en su propio dolor o enfermedad Jesús los va curando.

Así acudimos a Jesús, con nuestra vida, con nuestros dolores o sufrimientos, con nuestros propios y personales problemas, con nuestra necesidad, cada uno con lo que somos o tenemos y queremos que Jesús nos sane, nos llene de vida ahí donde está nuestra muerte, nuestro sufrimiento, nuestro mal. Jesús quiere llegar personalmente a cada uno de nosotros. No somos seres anónimos para El sino que El nos conoce por nuestro nombre, con nuestra vida o con nuestra muerte, con nuestras necesidades de una forma concreta.

Esto nos enseña muchísimo para nuestra forma no solo de acercarnos a Dios sino también de nosotros acércanos a los demás, para escucharnos mutuamente, para comprendernos en lo que somos, para ayudarnos en lo que realmente necesitamos, para que haya en verdad ese trato personalizado entre cada uno de nosotros. Esto nos enseña muchísimo también para quienes tenemos una función pastoral dentro de la Iglesia, para que en verdad conozcamos a cada uno de una forma personal y a cada uno llevemos la Palabra del Señor que nos sana y que nos salva allí donde cada uno lo necesitamos.

Pero creo que este evangelio puede decirnos muchas cosas más, por ejemplo en la manera cómo hemos de responder a esa gracia sanadora que el Señor nos va regalando. Yo diría, dos cosas: por una parte un deseo cada vez más grande de estar con el Señor, y por otra cómo ha de surgir en nuestro corazón el espíritu de servicio para ayudar en todo a los demás.

La gente acudía a Jesús y se agolpaba a la puerta buscándole, lo vemos muchas veces en el evangelio. Ahora al amanecer cuando Jesús se ha ido al descampado para su oración con el Padre - esto merecería otro comentario - vienen a decirle a Jesús que ‘la gente lo andaba buscando’. Jesús querrá ir a otras partes para enseñar también allí, pero está ese deseo de la gente de buscar a Jesús para estar con El. ¿Será así en nosotros?

Pero decíamos también que una señal de respuesta a la gracia sanadora de Jesús estará en el espíritu de servicio que tiene que surgir en el corazón. Como hizo la suegra de Pedro, que cuando Jesús la curó ‘levantándose en seguida, se puso a servirles’. Nos lo enseñará Jesús repetidamente en el evangelio, pero vemos ya desde las primeras páginas del evangelio de Lucas como aparece ese espíritu de servicio como respuesta a la salvación que Jesús nos ofrece. ¿Tendremos nosotros cada día más deseos de servir a los que nos rodean?

Nos queda la oración de Jesús en medio de toda aquella actividad. Siempre tuvo tiempo para su encuentro con el Padre, y nosotros tantas veces decimos que tenemos tanto que hacer que no tenemos tiempo para rezar.

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