miércoles, 16 de marzo de 2011

Pregona allí el pregón que te diré para que se conviertan de su imperfecta vida


Jonás, 3, 1-10;

Sal. 50;

Lc. 11, 29-32

Suena de nuevo en nuestro camino cuaresmal la palabra conversión. El profeta es enviado a Nínive, aunque bien le costó aceptar aquella misión de la que en principio quería huir embarcándose en camino contrario. Pero Dios le había confiado una misión que tenía que cumplir y aunque los caminos fueran tortuosos al final terminó aceptando y cumpliendo aquella misión. Conocemos por otros momentos lo de la tormenta en el mar, lo del cetáceo que se lo tragó y demás cosas.

‘Vino de nuevo la Palabra del Señor a Jonás: Levántate y vete a Nínive, la gran capital y pregona allí el pregón que te diré’. Y Jonás hizo como le había dicho el Señor. ‘Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día pregonando lo que el Señor le decía: Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada’.

Es admirable la prontitud con que la ciudad entera acogió la llamada del profeta. Todos se visten de penitencia convirtiéndose al Señor de su mala vida y de las maldades cometidas. Y el Señor vio el arrepentimiento del pueblo y para ellos hubo perdón.

Nosotros también escuchamos esa invitación al arrepentimiento y a la conversión que el Señor nos va haciendo en la Palabra que la Iglesia nos proclama cada día. De forma concreta iremos escuchando cada día lo que la Palabra nos va señalando de las cosas que tenemos que ir transformando, cambiando en nuestra vida.

La Cuaresma va siendo ese momento de reflexión, de examen, de mirarnos la vida, pero de mirar la gran bondad del Señor que nos acompaña con su gracia. En nosotros está ahora la respuesta que tenemos que ir dando en esa purificación de nosotros mismos, en esa renovación de la vida, en esa conversión sincera al Señor.

Jesús se queja hoy, en el evangelio que hemos escuchado, de aquella generación porque una y otra vez piden signos y señales, pero tienen los ojos cegados y no terminan de descubrir todo lo que les está ofreciendo. ‘Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del Hombre para esta generación’. A la hora del juicio se levantará la reina del Sur que vino a escuchar la sabiduría de Salomón, se levantarán los ninivitas que escucharon las palabras del profeta y se convertirán en acusación. Allí está quien es más que Salomón con toda su sabiduría, porque allí esta la Palabra viva de Dios; allí está alguien que es más que Jonás que solo era un profeta, porque está el Hijo de Dios con su salvación.

¿Qué dirá el Señor de la respuesta que ahora nosotros damos? ¿Estaremos también cegados o aplomados en nuestras rutinas de siempre pensando que ya somos buenos y que de nada tenemos que convertirnos? Muchas veces nos cegamos. Yo no tengo pecados, decimos tantas veces. Nos falta inquietud en nuestro corazón para crecer cada día más como personas y como cristianos. Nos falta finura espiritual para ir purificándonos más y más de esas cosas que nos pueden parecer pequeñas e insignificantes pero que tanta rémora pueden ser en nuestra vida para ese crecimiento espiritual.

Saben ustedes que los cascos de los barcos hay que estar haciéndoles continuamente un mantenimiento no solo pintándolos para evitar la corrosión en el contacto contínuo con el agua, sino además para limpiarlos de muchas cosas, algunas pueden parecer pequeñas, rémoras que se van adhiriendo a su superficie y que les impedirán el que puedan deslizarse con fluidez en medio de las aguas.

Así en nuestra vida. Necesitamos quitar esas pequeñas cosas que también nos impiden realizar con toda prontitud y fluidez en esa carrera espiritual de nuestra vida. Esa purificación nos hará crecer espiritualmente; esa purificación nos conducirá a esa vida santa a la que estamos llamados arrancándonos de esas imperfecciones en nuestros gestos, en nuestras actitudes, en las cosas que hacemos, decimos o pensamos, que tanto nos limitarían.

Escuchemos sin miedo esa invitación a la conversión, a la purificación, al crecimiento espiritual, en una palabra, a la santidad.

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